Por su parte, Bruno Roig, cabo jefe del Parque Insular, añadió que llevan años diciendo que se trata de una situación «complicada» no solo porque las emergencias las cubren menos bomberos de los que marca la normativa, sino porque en año y medio se van a jubilar unos 16 bomberos. «Lo ideal sería que los nuevos efectivos que vayan a entrar al parque convivieran tres años con nosotros para adaptarse bien al trabajo», explicó. Así, Roig aseguró que, en cuanto a personal, «las oposiciones no van a arreglar mucho la situación porque se ofertan 11 plazas que son de 11 interinos que somos».
Por ello, pidió que esas plazas sean «fijas» y que las palabras del Consell d'Eivissa de incorporar a diez profesionales más por año «se cumplan». «Me consta que están trabajando en ello, pero según han dicho tienen dificultades burocráticas», añadió.
Formación
La mitad de la plantilla del Parque de Bomberos realizó ayer prácticas en las calles de Sant Antoni con el nuevo camión autoescalera que recibieron en octubre. Un vehículo que aún no se había usado en situaciones reales, solo en el parque, y que permitió a los efectivos valorar las facilidades que ofrece respecto al anterior camión que ya había cumplido su vida útil.
La formación, a manos de Hernando, consta de tres días y divide a la plantilla en dos grupos: el primero finalizó ayer el curso y el segundo lo realizará la semana que viene. «Todo el trabajo que estamos haciendo ahora en la calle, lo hemos trabajado ya en maquetas hechas a escala real y con ejercicios teóricos. Ahora que ya conocen el vehículo a fondo, sabemos lo que vamos a hacer y el resultado que vamos a tener», explicó el instructor.
De esta manera, Hernando dijo que se trata de un vehículo que parece estar diseñado «especialmente» para Ibiza porque es compacto y permite actuar en calles estrechas. Y es que, a juicio del cabo del Parque Insular, hay muchos «hándicaps», como líneas de teléfono o de luz, que dificultan las intervenciones en los municipios de la isla.
El vehículo en cuestión alcanza los 32 metros de altura de trabajo, lo que se corresponde a una décima planta en un edificio. «Si todo está bien construido y atendiendo al código de edificación, los edificios por encima de los 28 metros deberían de tener vías de evacuación independientes y la escalera no debería de ser necesaria», matizó Hernando.
Además, el vehículo escalera es fundamentalmente un vehículo de rescates y se utiliza para actuar en emergencias en las que una persona se encuentra atrapada en la fachada y no tiene otra vía de evacuación. Por ello, el instructor explicó que «siempre» se intentan buscar otras vías «más seguras» que la escalera a la hora de intervenir en un salvamento. «Esto no quiere decir que no sea segura, pero no es el medio natural por el que las personas que no son bomberos están acostumbrados a bajar».
Por suerte, Ibiza no tiene un gran número de edificios altos, pero sí limitaciones en sus infraestructuras. «Dependemos mucho del entorno y, por ello, el posicionamiento que hagamos con el vehículo tiene que ser óptimo», puntualizó Hernando. De hecho, Elías y Félix, bomberos del Parque Insular, pudieron comprobar, en primera persona desde la cesta, la importancia de dar a la escalera el ángulo correcto a la hora de intervenir en una emergencia.
«El compañero que está en el camión nos pasa los mandos y los manejamos desde la cesta. Nosotros llevamos un arnés de asiento por seguridad que, además, podemos utilizar para subir escaleras manuales», dijo Elías quien añadió que «hay que darle el ángulo correcto a la escalera y separarse lo suficiente de la fachada para llegar a la altura que se quiere».
Así, los bomberos aplauden la necesidad de formarse en este nuevo vehículo que «era totalmente necesario» en Ibiza. «La técnica ha avanzado mucho y este es más seguro porque el que teníamos superaba los 30 años de antigüedad», explicó Roig. «Además, te permite rescatar a gente desde la propia cesta y está preparado para llevar un soporte con camilla en caso de que la persona esté herida».
Sin embargo, Roig remarcó la importancia de incrementar la plantilla del parque porque, ante una emergencia, hay escasez. «Solo salimos cinco bomberos ante una llamada, lo que significa que si tienes que salir con un vehículo bomba, que es el que extingue el incendio, y un vehículo escalera, te quedas solo con tres efectivos porque dos conducen los camiones. La mínima salida correspondería a ocho personas», aseguró.
EL APUNTE
El número de emergencias no varía en los dos primeros meses del año
Según explicó Bruno Roig, cabo jefe del Parque Insular, el número de asistencias durante los dos primeros meses de 2018 no ha variado respecto a los mismos meses del ejercicio anterior. «Seguimos teniendo una media de unos 35 o 40 servicios al mes, lo que no deja de estar fuera de lo habitual». De esta manera, Roig no precisó ningún cambio en cuanto a las emergencias. «Lo de siempre por estas fechas: incendios de vehículos, algún rescate... todo como siempre», matizó.
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