El conseller d'Educació, Martí March, aseguró ayer que «lamenta que la escoleta de Can Nebot no se haya abierto aún» y que su puesta en marcha corresponde al Consell d'Eivissa. De hecho, explicó que en los presupuestos de 2018 se contempla una partida especifica para poner en marcha la escoleta, tanto desde el punto de vista del funcionamiento como para ayudar a pagar los gastos, «pero poner en marcha un centro es competencia del Consell y cuando esté en funcionamiento daremos el dinero presupuestado». Por cada unidad habrá 3.000 euros como mínimo, como todas las escoletas, pero tiene que abrirla el Consell. «Estamos en contacto con el Consell d'Eivissa para que se ponga en marcha porque hay una partida concreta». Respecto a que pase en manos del Govern como ha pasado con otras escoletas, March dijo que «si las escoletas como Can Nebot funcionan, estamos dispuestos a negociar pero las herencias se han de gestionar de manera adecuada».

Cala de Bou

También se refirió a las obras del colegio de Cala de Bou explicando que se trabaja para que en junio esté el proyecto definitivo y se pueden licitar las obras. «Si no hay problemas pueden comenzar las obras este año o en todo caso a principios del año que viene», afirmó el conseller. Respecto a Sant Carles se trabaja en el proyecto de ampliación y se está a la espera de la cesión del solar de Santa Eulària. «Tenemos claras que las actuaciones más urgentes son el CEIP de Cala de Bou y la ampliación de Sant Carles; eso no quiere decir dejar de lado lo otro pero si no te priorizan las cosas al final has de hacerlas en función de la disponibilidad y estamos en esa dirección». Otra de las cuestiones que se abordó fue la situación de Ses Planes, que limitará la oferta de plazas ante el retraso del nuevo colegio. El conseller dijo que «hay que esperar; tenemos espacio para escolarizar más niños. Si hay necesidades se le dará la respuesta adecuada. Estamos planificando el curso 2018-19 y lo haremos de cara a la necesidad y a los estudios de demografia escolar».

Conservatorio

March se refirió también al Conservatorio de Ibiza destacando «que hay que poner en valor el acuerdo extrajudicial entre el Ibisec y la empresa después de meses de negociación, ha sido difícil; hay que tener en cuenta que la empresa ha de dar 400.000 euros que es una cifra significativa pero nos da una tranquilidad para abordar la reforma necesaria del Conservatorio». A mediados de marzo presentarán a la comunidad educativa las reformas que se ha de hacer para dar a conocer las obras y la puesta en marcha de la Danza. «Daremos la respuesta adecuada al Conservatorio tanto en las demandas de infraestructura como en la especialidad de Danza».

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Respecto a si tienen previsto aumentar las aulas modulares, March aclaró que su política «no está en quitar o no aulas modulares sino hacerlo en las mejores condiciones, si se ponen modulares es porque tenemos una necesidad concreta. Nuestra política es que esta legislatura quitar aulas modulares en la medida que sea posible».

El conseller hizo estas declaraciones durante la visita al colegio de Puig d´en Valls donde comprobó la reforma realizada en los baños del centro educativo que forma parte del Plan de Infraestructuras Educativas. En la visita, en la que estuvo acompañado por el director de Planificació, Antoni Morante, y la delegada territorial, Margalida Ferrer, se reunió con la comunidad educativa. Posteriormente se desplazó al colegio Blanca Dona. El conseller quiere visitar todos los centros educativos durante esta legislatura, «charlar con las amypas, los claustros y ver en qué puede contribuir la educación para mejorar las cosas», dijo. Respecto a Puig d'en Valls, dijo que «se trata de un centro que funciona y hay una buena colaboración».

EL APUNTE

«La lengua es un instrumento de comunicación no de confrontación»

El conseller aludió ayer a la sentencia del Tribunal Constitucional que tumba los artículos de la LOMCE sobre el pago de ayudas a padres para que los hijos estudien en castellano en colegios privados recordando que para el Govern «la LOMCE no es la ley adecuada». March pide que en la lengua «haya un poco de tranquilidad» y opina que «no está bien que se utilice la lengua como un instrumento político; es un instrumento de comunicación no de confrontación . Cada comunidad hace su proyecto lingüístico y lo importante es que los estudiantes al acabar la enseñanza obligatoria sepa catalán, castellano o una tercer y cuarto idioma». A su juicio, «no se puede utilizar vilmente el tema de la lengua como instrumento de politización. Durante esta legislatura hemos intentando tener una paz educativa lingüística; en temas de lengua no se ha de utilizar de manera visceral. No queremos estudiantes monolingües, sino plurilingües, que sepan castellano, catalán u otros idiomas. Hay que dejar la lengua en paz, en tranquilidad, que los centros hagan su trabajo pedagógico de forma tranquila».