El CEIP Can Misses recibió tres de las seis becas entregadas. La primera fue por el proyecto ‘La radio como herramienta inclusiva', que tiene como objetivo desarrollar la radio en la escuela a través de actividades relacionadas con la inclusión educativa, así como programar actividades conjuntas con el Hospital Can Misses y los niños que están ingresados. La segunda beca la recibió por el proyecto de formación y aplicación de la metodología ABA, y la tercera por la adquisición de dos tablets para potenciar y llevar a cabo este mismo método.
Por su parte, el CEIP Can Raspalls recibió el diploma por una dotación de material informático al equipo de apoyo del centro, que pretende promover la comunicación y el aprendizaje del alumnado. «Se han pedido dos tablets para un par de alumnos para ayudar a comunicarse entre sus compañeros y sus profesores», concretó Sonia Valencia, tutora de Can Raspalls, que se encargó de recoger el premio.
APIES otorgó otra beca al CEIP Portal Nou por el proyecto ‘La práctica educativa en las aulas multisensoriales de Ibiza', con la que el centro ha solicitado una formación para el equipo docente, que se llevará a cabo en el tercer trimestre.
Por último, el CEIP Sant Rafel obtuvo un diploma con el objetivo de incidir directamente sobre la acción tutorial, en un proyecto destinado a los profesores que trabajan con alumnos con necesidades especiales.
Poca participación
Es el primer año que se realiza el programa ‘Pasos', que tenía un presupuesto para hacer la entrega de ocho becas, aunque solo se han podido cumplimentar seis. En este sentido, Irene Ripoll mostró el agradecimiento a los colegios participantes, pero también reconoció que ha habido «decepción» y se mostró confiada en que aumentará la participación de cara al año que viene. «Sabemos que es una carrera de fondo y que a corto plazo no resolveremos estas cuestiones fácilmente. Tenemos mucha energía e iremos pasito a pasito que es el motivo porque se llama el programa ‘Pasos'», aseguró la vicepresidenta de APIES, que apuntó que la intención es que los centros educativos tengan la inclusión educativa como uno de sus objetivos principales.
Ripoll recordó que la asociación nació «con la idea de defender los derechos de todos los niños y de los que tienen diversidad funcional porque hemos vivido en nuestras carnes que no era así». «Nuestros hijos son diferentes pero tienen los mismos derechos que todos los demás», añadió.
Desde la asociación apuntan que son conocedores que en los centros se realiza una gran labor y se invierte mucho esfuerzo en que los alumnos con más dificultades puedan desarrollarse en condiciones de equidad, realizando actividades de formación del profesorado, innovando pedagógicamente y con gran implicación de los profesionales, pero que también son conscientes de las limitaciones que muchas veces supone la falta de recursos personales, de formación u orientación en aspectos más específicos, y las barreras que por su naturaleza supone el propio sistema educativo. Es por este motivos que desde APIES han decidido volcarse con esta iniciativa para que «esa realidad pueda ser más fácil».
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