Imagen de la pasarela encharcada. | Daniel Espinosa

Imposible cruzar la pasarela sin mojarse los pies. La asociación de vecinos de Can Misses vuelve a expresar sus quejas por el estado de la pasarela que une el barrio de Can Misses con el centro de Vila y que, en días de lluvia, acumula tal cantidad de agua que la convierten en impracticable para los peatones que quieren cruzar a la otra parte de la E10, también conocida como primer cinturón de ronda.

Este puente peatonal, según recuerdan los vecinos, fue sometido a una reparación en 2015 que tuvo como efecto unos problemas de desnivel que provocan que el agua se acumule. «Hicimos una instancia al Consell d'Eivissa y nos dijeron que no habría problema porque la obra estaba en garantía», explican.

Sin embargo, tres años después, la nueva reparación de la pasarela todavía no ha llegado, a pesar de que son muchas las personas que la atraviesan cada día, entre ellos niños que pasan por aquí para ir al colegio y que han de tener cuidado cuando bajan por la rampa porque también resbala por el agua.

La asociación de vecinos de Can Misses advierte también de las dificultades que tienen las personas en silla de rueda para cruzar el puente e insiste en que se cumpla la «reivindicación histórica» de poner un semáforo en la avenida para no tener que atravesar la pasarela para cruzar la vía.