En el año 2012, el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó un norma que obliga a los residentes extranjeros en España a declarar no solo los bienes que poseen aquí, sino todos los bienes que poseen en todos los países del mundo. Esa obligación, combinada con la reactivación del impuesto de patrimonio para residentes y no residentes, hizo que los ciudadanos de la Unión Europea comenzaran a borrase del padrón.
Multas elevadas
Las multas por no presentar esta declaración de bienes por encima de los 50.000 euros son tan elevadas que la Comisión Europea ha presentado un requerimiento en el que insta al Gobierno a que cambie el régimen sancionador por «desproporcionado».
Mientras lo hace, en el padrón de 2017 ya se notan los efectos de esa amenaza de multa: si en 2012, cuando se puso en marcha la medida, había empadronados en las Islas 133.740 ciudadanos de la UE, cinco años más tarde la cifra se ha reducido a 92.733 europeos.
El colectivo que más ha variado como consecuencia de estos cambios es el de ciudadanos alemanes, que ha experimentado un descenso del 48,6 por ciento. En 2012 había en las Islas 36.758 residentes de Alemania; esa cifra ha bajado a 19.209 en la actualidad.
Otro colectivo especialmente sensible a estos cambios fiscales ha sido el de los residentes que proceden del Reino Unido, cuyo número ha descendido un 37 por ciento al pasar de 23.804 en 2012 a 14.981 cinco años más tarde. El mismo fenómeno, aunque no tan acusado, se ha dado en otros países de la UE, como Francia o Italia. Estas modificaciones explican por qué el número de europeos que se borran del padrón casi triplica al de sudamericanos. En su caso, las razones de que no estén en el padrón son atribuibles a un regreso a sus países.
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
Dicen que el avestruz esconde la cabeza bajo tierra. Los alemanes y británicos residentes se van porque, sobretodo en Ibiza, la realidad es que su calidad de vida ha desaparecido engullida por la congestión humana, la nueva oferta de falso lujo, la permisibilidad, la prostitución y droga a go-go que no quieren para sus hijos. Esta es la realidad. Muchos de ellos ya lo anunciaron artos de la inseguridad en sus fincas, la suciedad atávica de la isla y la contaminación de todo tipo. Nuestros inútiles políticos son avestruces.