Según informó ayer el Ayuntamiento de Santa Eulària en un comunicado, la fiesta tuvo lugar el 30 de agosto de 2017, cuando se registraron quejas por parte de los vecinos que denunciaban las molestias que generaba la celebración de una fiesta en un establecimiento turístico ubicado en esa zona de costa.
En atención a estas denuncias, el Ayuntamiento decretó la realización de una sonometría que reflejó un volumen de 68 decibelios, 8 más de los permitidos en esa zona y en esa franja horaria de tarde.
El resultado de las medidas oficiales representa una infracción grave del artículo 33.2 de las ordenanzas municipales en materia de ruidos así como del Real Decreto 1367/2007 que desarrolla la Ley 37/2003 sobre ruidos.
Este hecho implica que se pueden aplicar diferentes tipos de sanción, con multa que puede ir entre los 601 y los 12.000 euros, hasta la clausura temporal de las instalaciones, pasando por la suspensión de autorización de apertura, siempre atendiendo a criterios de proporcionalidad.
La sanción económica se puede rebajar al 50 % si la empresa reconoce la comisión de los hechos y acredita que ha tomado medidas para evitar nuevas emisiones excesivas de ruido, según apuntaron desde el Ayuntamiento de Santa Eulària.
Además, el Consistorio ha comunicado al negocio que tiene seis meses para tomar medidas correctoras como la instalación de limitadores o cualquier otra que técnicamente sea necesaria y, si no lo hace, el Ayuntamiento podrá tomar nuevas medidas sancionadoras.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.