El Govern necesitaría que cada ciudadano de Balears le cediera 7.889,7 euros para poder saldar su deuda y pagar los 8.805 millones que debe a los bancos y al Gobierno central. Es la cifra de préstamos vivos con la que cerró el año 2017, lo que supone un récord absoluto en la historia de la Comunitat.
Para hacerse una idea del ingente volumen de dinero que debe el Ejecutivo basta con mirar los datos de hace diez años, fecha en la que la deuda sumaba 1.798 millones, o a los del año 2000 (el último que recogen las estadísticas del Banco de España), con un endeudamiento de apenas 509 millones de euros.
Desde ese año, la deuda no ha parado de crecer ejercicio tras ejercicio, pero el Govern se ha propuesta romper esta tendencia y la consellera d'Hisenda, Catalina Cladera, anunció ayer que este año será el primero en décadas en el que se produzca una reducción de la deuda en términos absolutos. Apenas son 6 millones de euros, pero la importancia no está tanto en la reducción en sí como en el hecho de que en 2018 no se generará nueva deuda.
La consellera d'Hisenda, Catalina Cladera, asegura a través de un comunicado que 2018 marcará un «punto de inflexión» después de años continuados de crecimiento. Esos 8.805 de endeudamiento con los que se cierra el año suponen el 29,6 por ciento del PIB, por debajo de la cifra autorizada por el Ministerio de Hacienda.
De la cantidad total que se debe, casi 6.000 millones de euros son deudas contraídas con el Gobierno central a través de los fondos de liquidez autonómica. El Govern sostiene que ha tenido que recurrir a los préstamos porque el sistema de financiación no cubre las necesidades de Balears. Por ello, Cladera volvió a pedir una compensación de estas deudas, derivadas de un «problema histórico de infrafinanciación». Balears terminará de devolver este dinero en el año 2027.
La titular d'Hisenda aprovechó para criticar la decisión del ministro Montoro de congelar la financiación de Balears hasta que no haya Presupuestos del Estado, algo en lo que también incidió la presidenta del Govern, Francina Armengol. La presidenta se reunirá con Cristóbal Montoro el próximo martes para abordar el REB, pero anunció que aprovechará para reclamar el pago de los 67 millones que han quedado retenidos.
La presidenta insistió en que el Gobierno hace «chantaje» y afirmó que no se quedará «con la boca cerrada» sobre este asunto. «Es dinero que han pagado los ciudadanos de Balears», afirmó Armengol, quien añadió que las Islas han presentado el Presupuesto a tiempo, algo que no ha hecho el Gobierno.
Otras claves del problema
1-El Ejecutivo estará devolviendo todo lo que debe hasta el año 2044
El Govern balear está hipotecado hasta el año 2044, fecha en la que terminará de pagar todo lo que debe a los bancos y al Gobierno. Esa fecha es el límite, pero solo si el Ejecutivo balear ya no pide nuevos préstamos, algo que en estos momentos es una quimera.
2-En 2020 toca retornar más de 400 millones de los bonos patrióticos
El cuadro de amortizaciones que maneja el Govern presenta un pico espectacular en 2020. Ese año toca devolver 1.548 millones de euros prestados de los que más de 400 corresponden a los bonos patrióticos que emitió el Govern de Francesc Antich durante su mandato.
3-Balears vuelve a pedir que se apruebe el nuevo sistema de financiación
La consellera d'Hisenda, Catalina Cladera, volvió a exigir al Gobierno que inicie las negociaciones para aprobar un nuevo sistema de financiación que no suponga un lastre para las finanzas de la Comunitat. Recordó que el Gobierno ha incumplido su promesa de iniciar las negociaciones.
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