Gracias a la charla, a todos los presentes les quedó muy claro que gastronómicamente hablando, los púnicos y los romanos no eran muy diferentes de los habitantes de la España del siglo XXI. Según Inglada, gracias al gran recetario De re coquinaria, escrito por Margo Gavio Apicio, «un gourmet de clase acomodada que vivió en el siglo I d.C., en tiempos de Tiberio», sabemos que aquellos antepasados nuestros se alimentaban de pescados, carnes, verduras, miel, aceite o que bebían vino de sus propias vides. Además, se tiene constancia de los métodos de conservación de los alimentos que empleaban, como por ejemplo «el vinagre, la salmuera o el aceite en vasijas cerradas con cera fina».
Sin embargo, este peculiar recetario «en el que no aparecen los tiempos de cocción ni la cantidad de ingredientes para cada plato», no es la única fuente que nos habla de la alimentación en el Imperio Romano. Helena Inglada también se refirió a textos clásicos escritos por Plinio, Catón o el escritor agronómico romano de origen hispano Lucius Junius Moderatus, Columela. Gracias a ellos sabemos como se manejaban los alimentos y cómo se plantaba y recolectaba el vino.
Incluso, también habló del papel tan importante que juega la arqueología para saber qué utensilios empleaban, y el de los restos encontrados sobre utensilios para conocer cuales eran los alimentos más utilizados, su método de cocción o en qué edad se sacrificaba un animal para extraer la carne. Y por supuesto, las pinturas y frescos que se han conservado hasta nuestros días en ciudades como Pompeya o Herculano «y que nos hablan de cestos de higos, rollos de espárragos o membrillos como parte de la alimentación de la época».
Gastronomía púnica
Por su parte y al contrario que con el Imperio Romano, sobre la gastronomía fenicia y púnica apenas hay fuentes a las que recurrir. Según Helena Inglada, si apenas si se sabe algo con certeza es gracias al escritor cartaginés Magón, y a los últimos trabajos de arqueología que cada vez están arrojando más luz sobre el tema.
En este sentido, la arqueóloga mallorquina explicó que nuestros antepasados fenicios y púnicos «posiblemente se alimentaran a base de cereales como el trigo y la cebada, a modo de las gachas que han llegado hasta nuestros días, aceite de oliva, peces de pesca de bajura, carnes de oveja, cabra y cerdo, quesos, leches, nabos, coles, ajos, cebollas, lechugas o granadas». De hecho, este fruto es uno de los más empleados y consumidos entre los púnicos «como refleja que su nombre científico es Punica granatum».
Además, muy probablemente beberían mucho vino y también consumirían cerveza, «aunque no sabemos si la tomaban líquida o como un subalimento a modo de pasta espesa, caliente y turbia», y seguramente empleaban salsas, sobre todo de pescado, como el Garum, «que fue una de las más apreciadas en todo el Imperio Romano».
Sobre lo que no hay tantas certezas es sobre su manera de cocinar los alimentos. Aunque no hay nada confirmado por los utensilios encontrados en excavaciones todos parece indicar que no lo harían de modo tan distinto al actual y que, sobre todo entre la clase menos pudiente, «los platos serían frugales, sencillos y sin una cocción y una elaboración como la que estamos acostumbrados a ver entre las clases más pudientes que aparecen en las películas o las series».
Concurso Mejor Pincho Púnico
Tras la conferencia de Helena Inglada los asistentes pudieron disfrutar con una degustación y una muestra comentada de los pinchos que forman parte del concurso Mejor Pincho Púnico 2017. En él participarán con dos pinchos los restaurantes A son de mar, Sa Calma, Es Tast, Can Mosson, Can Moreta, Ca n'Alfredo, el Local, Girasol, Il Decanter, La Cava, Re.Art, Sa Brisa y S'Ametller. Los encargados de determinar quien es el ganador serán los cocineros José Miguel Bonet de Es Ventall, Pablo Barba de Can Domo, la arqueóloga Helena Inglada y el periodista gastronómico Andoni Sarriegi. El vencedor se conocerá este sábado a las 19.00 horas.
UN POTENTE AFRODISÍACO
◗ Charla y cata sobre el garum.
Este sábado a partir de las 18,00 horas el Museo Monográfico de Puig des Molins acogerá una charla y una cata sobre Garum en la que el destacado periodista gastronómico Andoni Sarriegui hablará del proyecto en el que las universidades de Cádiz y Sevilla han analizado los ingredientes de la receta a través de restos hallados en ánforas de la ciudad italiana de Pompeya.
El Garum era uno de los condimentos más preciados entre las clases altas de sociedad púnica y romana ya que se le consideraba un potente afrodisíaco. Además, hacía la función actual de la sal mezclada con vino, vinagre, sangre, pimienta, aceite o agua. También se usaba como medicina y cosmética.
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