Se da la circunstancia de que el pasado fin de semana el rey de Arabia Saudí ordenó la detención de diez príncipes y de decenas de exministros en una operación anticorrupción, según publica el digital Middle East Monitor, especializado en noticias de Oriente Medio. Entre los arrestados figuraba, al parecer, el príncipe Adbdul Aziz bin Fahd, que a mediados de septiembre abandonó de manera repentina, y un mes y medio antes de lo previsto, sus vacaciones en Ibiza, donde veranea desde hace muchos años sin privarse de ningún lujo. Su precipitada marcha sorprendió a la gente que suele trabajar con este príncipe saudí en Ibiza y es que tenía importantes reservas de habitaciones para todo su séquito en al menos tres hoteles de lujo de la isla hasta mediados del mes pasado. Según fuentes cercanas al príncipe en Ibiza, éste fue requerido por asuntos internos en su país a principios del mes de septiembre.
Tras abandonar las Pitiusas, publicó en su cuenta de Twitter que percibía que su vida estaba en peligro tras visitar al monarca Salman (su tío): «Después de realizar el Hajj voy a despedirme de mi tío Salman y voy a viajar. Si no me voy, sé que me matarán», escribió en Twitter para, segundos después, borrar este post y decir que le habían hackeado la cuenta. Es preciso señalar que su perfil de Twitter, que cuenta con 3,6 millones de seguidores, no tiene actividad desde el pasado 11 de septiembre. También hay que destacar que el príncpie Abdul Aziz Bin Fadh Al Saud forma parte del sector crítico con la monarquía de su tío Salman.
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