El presidente de la organización Joan Carles Palerm ha explicado que todavía no han causado un grave problema en el medio porque se han ido controlando en los últimos años aunque ha advertido que hay «peligro» de que se propaguen porque con mucho sol y poca tierra se extienden rápidamente. «Compiten por la luz y los nutrientes y sustituyen la vegetación autóctona», ha señalado.
En el caso de la Kalanchoe, Palerm ha detallado que «crece sola casi sin regarla» y que con una única planta «pueden salir entre 300 y 400 plantas nuevas en un año». «Tiene una reproducción asexual muy rápida. Se encontraron zonas de alta densidad de esta especie donde salían 15.000 ejemplares por metro cuadrado, ocupando el 100% del terreno, lo que impide que salgan las plantas autóctonas», ha asegurado Palerm, que ha denunciado la «irresponsabilidad» de algunos vecinos de la zona por tirar la poda en el bosque, lo que provoca la invasión de estas plantas.
En este sentido, ha recordado que las casas pueden tener estas especies en sus jardines pero «los propietarios tienen que ser conscientes de que la ley obliga a controlarlas».
La técnica del Parc Natural de ses Salines Núria Valverde ha informado que tienen constancia de la presencia de estas dos plantas, de origen sudamericano, desde hace unos siete años. Según ha explicado se encuentran por toda Eivissa y Formentera y que les preocupa especialmente los islotes y las dunas. «Tienen una capacidad de sobrevivir y colonizar el medio natural con poca agua de forma espectacular generando una dispersión muy elevada», ha apuntado Valverde, que ha detallado que la Kalanchoe se encuentra por todo el parque natural y que la Pennisetum se ha extendido en pocos años, sobre todo, por las cunetas de las carreteras.
Núria Valverde ha informado que el Govern balear ha hecho varias campañas casi todos los años con una brigada de cinco personas que trabajan durante dos meses solo para retirar la flora alóctona de los espacios protegidos y que en breve iniciará una campaña para eliminar la Pennisetum de las carreteras.
Valverde también ha añadido que una de las plantas que se han retirado es la figuera de pi ya que son «capaces de colonizar una montaña», por lo que hay que controlarlas para evitar que se «asilvestren».
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Hace tiempo que el tema de las invasoras se dejó de lado... Hay casos en los que es casi imposible controlaro.