Jaume Estarellas, técnico de Medio Ambiente del Consell d'Eivissa, habló de la «explosión en extensión» que se ha producido este verano en cuanto a la presencia del mosquito urbano en diferentes puntos de isla. Si hace cuatro años se encontraron focos localizados en Montecristo y es Botafoc, llegados a la península en barco en camiones de mercancías de Barcelona o Valencia, este verano ya se han detectado mosquitos tigre en localidades como Sant Joan o la Cala de Sant Vicent.
Combinación fatal
Según explicó el técnico medioambiental, aunque la presencia del mosquito tigre es el principal problema, esta temporada también ha coincidido con «unas condiciones meteorológicas muy complicadas más difíciles de controlar que otros años», ya que a las lluvias fuertes que se produjeron a principios de agosto y en septiembre se han sumado las altas temperaturas del verano.
Para tratar de controlar la presencia de mosquitos comunes, los técnicos del Consell d'Eivissa realizan procesos biológicos en zonas de ses Salines, ses Feixes, Jesús o algunos torrentes del río de Santa Eulària en los que utilizan productos ecológicos cuyo objetivo es controlar las larvas. Estos procesos tienen una duración de unos pocos días, por lo que deben repetirse cada semana.
Estarellas explicó que solo en los alrededores de Jesús han utilizado un producto químico de baja concentración de manera excepcional para rebajar la población de mosquitos adultos aunque insistió en que «no se puede abusar porque podemos crear resistencia contra el mosquito».
El técnico medioambiental hizo hincapié en la dificultad que tienen para controlar las plagas de mosquitos en la isla de Ibiza teniendo en cuenta la gran cantidad de puntos con agua que existen en la isla, muchos de los cuales están en el interior de propiedades privadas donde no pueden acceder.
Tras las numerosas quejas de los ciudadanos por la plaga de mosquitos el Consell d'Eivissa señaló que este asunto no era competencia insular sino del Govern balear, institución que, a su vez, descargó esta responsabilidad a los ayuntamientos.
Desde la conselleria balear de Medi Ambient recordaron que la presencia masiva de mosquitos tigre está considerada como una plaga urbana, al igual que las ratas o las cucarachas.
La conselleria balear de Medi Ambient solo llevó a cabo una campaña en 2012 cuando se detectó la presencia de esta especie invasora y, desde entonces, su papel es meramente de asesoramiento e información a los ayuntamientos que lo soliciten.
LA NOTA
Autoprotección, la única arma contra esta especie
La rápida proliferación de esta especie en zonas urbanas hace que su erradicación sea muy complicada. Por
este motivo, Jaume Estarellas recomienda la autoprotección como el mejor remedio para luchar contra los mosquitos tigre. Lo primero que hay que evitar es tener puntos donde se acumule agua, como carretillas o botes, ya que son siempre potenciales focos de esta especie. También hay que tener mucho cuidado con los abrevaderos de los animales, que hay que vaciar cada cuatro días, limpiarlos y volverlos a llenar para evitar que los mosquitos tigre vuelvan a reproducirse. El pico de población se produce a finales de agosto-septiembre y empieza a disminuir cuando bajan las temperaturas.
2 comentarios
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Las competencias, las competencias... últimamente todo se reduce a una lucha de competencias no asumidas. Culpabilidades bidireccionales que nada ayudan a la ciudadanía. Otros lodos dónde se ahoga la política.
Y la falta de limpieza y fumigacion, han ayudafdo y mucho