Si alguna vez algún vecino te ha comentado que tu perro ladra cuando no estás en casa, no te tomes sus comentarios a la ligera. El bienestar de tu perro puede estarse viendo seriamente comprometido.

Las vocalizaciones excesivas (ladridos, gemidos, aullidos) cuando los perros se quedan solos en casa son un problema bastante común entre la población canina, y para cuya resolución todos hemos recibido consejos de conocidos o amigos y/o leído mucho por Internet. Entre ellos que nuestro perro tiene ansiedad por separación, que lo mejor es ponerle un collar anti-ladrido o un bozal para que no ladre. Pero como veremos a continuación este problema de conducta es más complejo de lo que en principio pueda parecer en cuanto a su diagnóstico y tratamiento.

En medicina del comportamiento "no es oro todo lo que reluce": no todo perro que ladra cuando nos vamos de casa presenta ansiedad por separación.

Entonces…

¿Cuáles son los motivos por los que puede estar ladrando mi perro?

Podría ser un ladrido de alarma, una respuesta a ruidos, frustración, aburrimiento, miedo, ladridos compulsivos… y, cómo no, ansiedad por separación.

Si además, al volver a casa, me encuentro con destrozos o micciones/defecaciones ¿estoy seguro ante una ansiedad por separación? No necesariamente. Hay otros problemas de conducta que cursan con estos signos que pueden estar incluso coexistiendo entre sí.

¿Es aconsejable usar un collar anti-ladrido?

Rotundamente no. Su uso está totalmente desaconsejado. Como hemos comentado antes, la motivación de esta conducta puede ser muy variada y si tiene una base de estrés, miedo y/o ansiedad, lo único que conseguiremos con el collar es agravar dicho estrés, miedo y ansiedad. Además, colocando dichos collares estamos trabajando sobre el síntoma, que es el ladrido, pero no sobre la causa que le lleva a ladrar, de modo que ésta no será la solución al problema, sino un parche que además compromete seriamente su bienestar.

¿Qué otras cosas no tengo que hacer?

- No te quedes esperando al otro lado de la puerta para, cuando empiece a ladrar, entrar a decirle que se calle. Con esto, inconscientemente, estarás reforzando el ladrido. Su asociación será "Ladro, y mi propietario vuelve" aunque no reciba exactamente el tipo de atención que desearía, está recibiendo tu atención.

- No le encierres en un cuarto para que se le oiga menos. Con esto lo único que vas a conseguir es aumentar el estrés y deteriorar el vínculo que tiene contigo.

¿Y si adopto a otro perro para que le haga compañía?

Si haces esto sin haber averiguado la causa de los ladridos lo más probable es que el problema continúe igual porque no sea esto lo que tu perro necesita, o bien que acabes con doble problema porque se pongan los dos a ladrar por facilitación social.

¿Qué cosas sí tengo que hacer?

- Asegurar que las necesidades físicas y comportamentales de tu perro están cubiertas.

- Adoptar medidas de enriquecimiento ambiental adaptadas a las necesidades individuales de tu perro.

- Dejar en casa cuando te marches un dispositivo de grabación de video y audio que grabe al menos la primera hora de tus salidas (a distintas horas y días de la semana). La visualización de estas grabaciones aporta una información muy valiosa para el diagnóstico de estos problemas y también para valorar la evolución de los mismos.

- Tan pronto como detectes el problema consulta con un especialista en conducta. Ya que cuanto más tiempo dejes pasar más te costará solucionarlo.

¿A quién debo acudir con este problema?

Al etólogo clínico veterinario, ya que es el único capacitado para emitir un diagnóstico y su consiguiente tratamiento.

¿Puede mi perro necesitar tomar medicación?

En función del diagnóstico podría ser necesaria. Pero ten en cuenta que se trataría de un complemento a la terapia, por sí sola no es la solución.

El tratamiento de las vocalizaciones excesivas debe ir enfocado hacia la causa de las mimas, por lo que no disponemos de una solución "mágica" igual para todos los perros, de modo que debes huir de quien te venda así la resolución de tu problema.