Más de medio centenar de residentes en las viviendas situadas en los acantilados de es Cubells fueron evacuados por mar, tanto en las embarcaciones de Protección Civil como en otras privadas, ante la imposibilidad de utilizar el único acceso a la zona por tierra y que el miércoles quedó destrozado por la caída de rocas y tierra durante la tormenta que azotó a las Pitiusas.
El Ayuntamiento de Sant Josep, que en la tarde del miércoles ya cortó el acceso a la zona por carretera, informó ayer que todavía queda un indeterminado número de personas en la zona que no han podido ser evacuadas ya que por su avanzada edad les era imposible llegar hasta la zona de embarque, situada entre es Niu de s'Àguila y Cala Llentrisca, en punto conocido como s'Esqueneta Arenesta. La Guardia Civil puso a disposición un helicóptero para llevar a cabo su evacuación forzosa, una operación que podría llevarse a cabo hoy mismo ya que la treintena de viviendas de la zona carecen de suministro eléctrico y de agua.
«Nuestro máximo objetivo es garantizar la seguridad de los vecinos. Por carretera es imposible pasar, no hay luz ni agua. Ses Boques no era una gran playa de arena pero el acceso ha desaparecido, no existe. El vial está cortado por cinco o seis sitios. La situación es muy jodida y estamos preocupados por todo lo que ha pasado», explicó el alcalde de Sant Josep, Pep Marí Ribas, tras la reunión que mantuvo por la tarde con la consellera balear de Presidència, Pilar Costa, la vicepresidenta segunda del Consell d'Eivissa, Marta Díaz, el conseller de Medi Ambient, Miquel Vericad, varios concejales y responsables de Bomberos, Policía Local, Emergencias y Protecció Civil que participan en las labores de evacuación.
En esta reunión también participó el director general d'Emergències i Interior, Pere Perelló, quien indicó al Servei d'Emergències 112 la activación del Plan Territorial de les Illes Balears en materia de Protección Civil (Platerbal) en su nivel 0 por el cual el Govern toma la gestión de la situación para garantizar la máxima seguridad de las personas en la zona afectada, la estabilización de las zonas maltrechas y la preparación para las tareas de reconstrucción de viales y de reparación de las redes eléctricas y de saneamiento afectadas.
Agustinet destacó que los corrimientos de tierra han afectado a algunas casas situadas en la zona más próxima a es Cubells pero que no se teme por su integridad, además de señalar que ningún vecino de la zona ha pedido ayuda al Consistorio para conseguir otro alojamiento alternativo.
Evacuación
Alrededor de las 16 horas llegaba a es Porroig una lancha que transportaba a algunas de las personas evacuadas en es Cubells. Era ya pasada la media tarde cuando una embarcación privada hacía su aparición en la misma cala y de ella se bajaban una docena de personas ataviadas con maletas. «Llevamos 24 horas sin dormir, estamos muy cansados», decía un turista inglés que aseguraba no tener ganas de hablar más. «Estamos cansados después de todo. Ahora nos vamos a casa de unos amigos para pasar el resto de nuestras vacaciones», afirmaba otra turista inglesa que había sido evacuada en la misma embarcación. Los ánimos estaban desgastados después de ver cómo sus vacaciones se habían visto truncadas por el temporal que azotó a la isla el pasado miércoles. La última familia, en la que había niños pequeños, viajó a última hora de la tarde en una lancha de los GEAS que les transportó también a es Porroig.
Entre todos los afectados por los desprendimientos de es Cubells también había personas mayores con dificultad para poder desplazarse, entre tierra y rocas, hasta la lancha que les transportase a es Porroig. Será hoy cuando emergencias decida si les desplazan o no. «Nosotros seguimos colaborando y haciendo todo lo que nos digan», aseguran desde el ayuntamiento de Sant Josep, quien ayer afirmó que el nivel de emergencia había vuelto a la normalidad, es decir, a nivel cero.
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