El episodio de tensión y violencia protagonizado por una joven turista en el Ayuntamiento de Sant Antoni no acabó en las dependencias municipales, sino que tuvo continuidad minutos después en el servicio de Urgencias de Can Misses.
Según informaron fuentes del Área de Salud de Ibiza y Formentera, la joven, de 23 años y nacionalidad danesa, ingresó en el servicio de Urgencias en un estado de gran excitación. Mientras era atendida por el equipo médico, la joven siguió esgrimiendo una actitud muy violenta y tirando alguno de los monitores al suelo.
Las mismas fuentes indicaron que tras una primera revisión y estando en observación, la joven se ausentó. La fuga de pacientes que presentan cuadros de agresividad motivados por el consumo de alguna sustancia estupefacientes se suceden en temporada de verano.
Excitada y agresiva
La mujer ingresó en el hospital de Can Misses trasladada por una ambulancia del 061 que le había atendido en el Ayuntamiento de Sant Antoni tras protagonizar un primer episodio de tensión y violencia.
La turista irrumpió minutos después de las 8 de la mañana en el edificio municipal para denunciar un robo. Los gritos y aspavientos contra varios trabajadores fueron en aumento hasta que un agente de la Policía Local logró reducirla. La mujer estaba muy excitada y lanzó varios golpes que el agente logró esquivar antes de reducirla y esposarla a la espera de los servicios médicos.
3 comentarios
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Espero que tanto Ayuntamiento como Hospital presenten denuncia contra esta persona, para que la policía la ponga a disposición judicial y tenga que hacer frente a los daños causado. No se puede tolerar este tipo de actos, escusados habitualmente por los efectos de las drogas. Hay que acabar con la idea, cada vez más extendida, de una Ibiza donde todo está permitido, donde las transgresión de las leyes y normas esta aceptada.
Espero que tanto Ayuntamiento como Hospital presenten denuncia contra esta persona, para que la policía la ponga a disposición judicial y tenga que hacer frente a los daños causado. No se puede tolerar este tipo de actos, escusados habitualmente por los efectos de las drogas. Hay que acabar con la idea, cada vez más extendida, de una Ibiza donde todo está permitido, donde las transgresión de las leyes y normas esta aceptada.
Mare meua, quina merda de turisme tenim a Sant Antoni.