La iglesia de Santa María, hoy Catedral de Ibiza, acogió ayer tarde la celebración de una solemne misa para conmemorar la popular festividad del domingo de Pentecostés. Un emotivo oficio religioso que estuvo presidido por Vicente Juan Segura, obispo de Ibiza y Formentera, y cuya misa, en su parte cantada, fue amenizada por las graves y profundas voces del Cor d'Homens, que hicieron gozar a todos los fieles presentes en el templo con la armonía y la sonoridad de sus cantos de estilo gregoriano.

Monseñor Vicente Juan Segura destacó en su alocución a los feligreses que «en esta festividad del día de Pentecostés debemos dar gracias a Dios por el don del Espíritu Santo que nos entrega». «Éste es un día de solemnidad porque esta festividad de Pentecostés marca los cincuenta días después de Pascuas, y es el momento en el que la fuerza del Espíritu Santo desciende y viene a nosotros para que reconozcamos a Dios en Jesús, nuestro Señor», explicó el señor obispo de Ibiza y Formentera.

Asimismo, monseñor Vicente Juan Segura indicó que «en la liturgia de Pentecostés hay siempre un alabanza de toda la creación que exalta la sabiduría del Creador y su gloria para siempre. Es una fiesta para difundir la fe en nosotros, para hacernos testigos de la verdad, para dar testimonio con valentía del soplo del don de Jesucristo Resucitado y del don de la caridad apostólica que nos hace vernos a todos como hermanos en una Iglesia que sigue siendo la salvación de todos nosotros».