La idea de levantar un nuevo edificio en el muelle norte surgió tras la decisión adoptada de trasladar el tráfico de pasajeros y mercancías de los viejos andenes a los nuevos muelles de Botafoc. En febrero, de 2013, el anuncio de la remodelación de la fachada marítima del puerto de Vila incluía la construcción de un edificio de servicios comerciales con restaurantes, cafeterías, bares y una oficina de información turística.
La oposición al proyecto fue inmediata desde el principio. Especialmente por parte de los comerciantes del puerto que veían con inquietud y recelo que se abriera un pequeño centro comercial en el interior del edificio que les pudiera hacer la competencia. Por este motivo, proponían que se creara una plaza pública donde se pudieran celebrar eventos para los ciudadanos.
Esta propuesta fue recogida por el Ayuntamiento de Eivissa que, tres meses después, aprueba por unanimidad con el apoyo del equipo de gobierno de la entonces alcaldesa Marienna Sánchez-Jáuregui una moción de Epic para que se recupere ese espacio para la ciudad.
Sin embargo, la convulsa legislatura del PP en el Ayuntamiento y el nombramiento de la nueva alcaldesa, Pilar Marí, proporciona un nuevo giro al culebrón en el que se había convertido el debate sobre el edificio. Marí se posiciona a favor del edificio desoyendo así la moción que había sido aprobada por el pleno con los votos de la oposición y el de la exalcaldesa Sánchez-Jáuregui, concejala no adscrita desde su dimisión, para que APB desistiera de llevar adelante el proyecto.
Pese al cambio de postura del Ayuntamiento y presionado por el rechazo mayoritario al proyecto, Autoritat Portuària rectifica en parte y anuncia la creación de una gran plaza pública aunque sin renunciar al inmueble, que tendrá menor superficie y volumen de lo inicialmente previsto: 400 metros cuadros edificados y 200 metros de porche y se ubicará al final de la plataforma y no en un extremo como se había anunciado. En abril de 2014, la aprobación del proyecto se consuma en el consejo de administración de APB que dio luz verde a la construcción del edificio con el voto de todos sus integrantes, incluido el de la alcaldesa Pilar Marí, la única representante de Ibiza.
Las críticas hacia la institución portuaría aumentan a partir de ese momento desde las filas de la oposición, que acusan a APB de «trocear el puerto de Vila tanto en tierra como en mar con el único objetivo de sacar el máximo rendimiento económico».
«Si el pueblo de Ibiza no quiere el edificio, yo no lo voy a imponer». Fueron las palabras del entonces presidente de la entidad, Alberto Pons, que intenta a partir de ese momento calmar los ánimos y dejar el proyecto en punto muerto hasta que se celebren las elecciones municipales de 2015 para retomar las negociaciones con el nuevo gobierno que salga de las urnas.
Mientras tanto, comienza la remodelación de los andenes del puerto, excepto la zona de la plaza de es Martell, incluido «el mamotreto», en palabras de Pons, de la vieja estación marítima que continuará en pie mientras no haya consenso, ya que la paralización del proyecto implicaba también que quedara en el aire la adjudicación del concurso para gestionar la dársena de Levante para las embarcaciones de grandes esloras.
Esta decisión fue interpretada como «un chantaje» de APB a la ciudad de Ibiza por rechazar el edificio, según lo definió el propio presidente del Consell d'Eivissa, el popular Vicent Serra, que intentaba también calmar los ánimos y tomar una decisión acordada entre todos los grupos tras los comicios de mayo.
El desbloqueo del proyecto llegó, efectivamente, tras las elecciones y la mejora de las relaciones entre los gestores portuarios y el Ayuntamiento de Vila gracias al cambio de talante del nuevo presidente de APB y al cambio de postura del nuevo alcalde de la ciudad, Rafa Ruiz, que había estado en contra de la construcción del edificio mientras estuvo en las filas de la oposición.
El acuerdo se logró con una solución intermedia que incluía un edificio con menos impacto visual que el original y con un mirador con vistas al puerto integrado en la parte superior al que conducen unas escaleras donde se puede acceder de manera gratuita.
EL APUNTE
El aparcamiento que nunca se construyó
El proyecto de hacer un aparcamiento de 250 plazas en es Martell data de 2013. Fue una propuesta del equipo de gobierno municipal de Vila apoyada por los comerciantes del puerto que siempre han defendido la necesidad de tener una zona de aparcamiento en el puerto, cerrado al tráfico tras su remodelación.
Un año después, el Ayuntamiento de Vila, con Virginia Marí a la cabeza, descartó el proyecto por considerar que la zona debía ser completamente peatonal. Finalmente, la APB aceptó la construcción de un aparcamiento en la avenida Santa Eulària cuya construcción está prevista para 2019.
CRONOLOGÍA
FEBRERO DE 2013
La APB anuncia la construcción de un edificio en es Martell
El entonces presidente de la Autoritat Portuària de Balears (APB), José María Urrutia, anuncia que la zona del muelle norte o es Martell tendrá un edificio dedicado a los servicios comerciales con restaurantes, cafeterías, bares y una oficina de información turística. Los comerciantes de la zona se oponen desde el primer momento al proyecto y piden una plaza publica.
MAYO DE 2013
Unanimidad en Vila para que es Martell sea una plaza pública
El pleno de Vila acuerda por unanimidad que es Martell sea una plaza pública. APB rectifica y dice que el futuro edificio será de menor superfície y volumen, un total 600 metros cuadrados, y no tendrá usos comerciales.
Tras la dimisión de la alcaldesa Marienna Sánchez-Jáuregui, su sucesora, Pilar Marí, cambia de postura y apoya la construcción del edificio.
ABRIL DE 2014
APB aprueba la construcción del edificio con el voto de Pilar Marí
El Consejo de Administración de APB aprueba finalmente la construcción del edificio con el voto a favor de la entonces alcaldesa Pilar Marí, pese al rechazo del pleno del Ayuntamiento al proyecto. El voto de Sánchez-Jáuregui, ex primera edil y concejala no adscrita, consigue que se aprueben la moción de la oposición para que APB abandone la idea.
DICIEMBRE DE 2015
Consenso entre APB y Vila para levantar un edificio con mirador
Tras una legislatura convulsa y el cambio de gobierno municipal, el alcalde socialista Rafa Ruiz y el nuevo presidente de la APB, Joan Gual de Torrella, inician una nueva etapa de entendimiento. En diciembre de 2015, el equipo municipal de Vila acepta la construcción del edificio y, poco después, se procede a demoler la antigua estación marítima de es Martell.
4 comentarios
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Alcalde chapucero ciudad chapucero. Es una pena ver en lo que han convertido nuestra querida ciudad. Es una pena que un alcalde se empeñe en desprestigiar una ciudad igual que su vicepresidenta del consell que sale por la televisión dejando nuestra isla a la altura del betún. Como dicen por ahí, disfruten lo votado.
Un edificio bonito aunque con materiales algo discordantes con el patrimonio histórico. Cuando alguien quiere abrir una ventana en su apartamento de sa Penya, tiene que conseguir licencia de obras. Aquí y en todo el puerto, APB sabía que no podía edificar nada ni demoler nada, desde la sentencia TCAIB 461/1999, porque se anuló el Plan Especial que tenía y a día de hoy no ha empezado su tramitación...ya sabíamos como actua APB, lo que entristece es cómo actúan Ajuntament y Consell en este tema...
Pues tengo ganas de verlo, en las redes sociales ya circulan fotos de peldaños rotos, baldosas sueltas, vamos, acabados propios de país de Tercer Mundo, imagino que en breve lo volverán a cerrar para hacer remiendos. Y seguro que no pedirán responsabilidades, pagaremos las chapuzas los ciudadanos.
Felicitaciones a los arquitectos a la administración municipal....derribaron un edificio histórico para construir una caja de hormigón....ahhhhhh Se combina con el tendedero de Vara de Rey!!!!!