Según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, el local del acusado, un café concierto, superaba los niveles sonoros máximos para los altavoces de madrugada e impedía conciliar el sueño a los vecinos.
Tras denunciar los hechos ante el Ayuntamiento de Vila -tanto por parte de los afectados como de la Policía Local-, el consistorio procedió a incoar dos expedientes de infracción y se dictó un decreto en el que se precintaban los aparatos musicales hasta que no se instalara un limitador de volumen.
Sin embargo, el fiscal sostiene que posteriormente el hombre volvió a poner en marcha el altavoz desconectando el limitador. Además, una inspección comprobó que el acusado había manipulado algunos de los sensores acústicos del local y que los limitadores no respondían.
Según la acusación, los afectados han sufrido de insomnio y ansiedad con necesidad de tratamiento, además de verse obligados a pernoctar en casa de familiares.
Por ello, el fiscal acusa al hombre de un delito contra el medio ambiente en la modalidad de contaminación acústica con agravación de desobediencia a las órdenes expresas del Ayuntamiento, así como dos delitos de lesiones psíquicas.
Por estos hechos, pide cinco años de prisión, multa de 9.450 euros e inhabilitación para ejercer cualquier oficio relacionado con locales de ocio nocturno durante cinco años.
También reclama decretar la clausura definitiva del establecimiento del acusado e indemnizaciones para los afectados que conjuntamente suman 20.000 euros.
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En la Plaza del Parc los vecinos han denunciado muchas veces este problema. La Policía Local es muy eficaz.