Las grúas empiezan a remover tierra en la calle Comte Rosselló, la última parte donde se empezará a asfaltar, mientras que los árboles que se añadirán a los que ya están plantados están a punto de llegar y se instalarán previsiblemente al final de la obra.
Después de un duro invierno en el que han tenido que convivir con el polvo y el ruido de las obras y, sobre todo, la caída en picado de las ventas por falta de clientela, los comerciantes empiezan a ver la luz. Los peatones ya pueden circular sin estrecheces por ambos lados del paseo, aunque tienen que seguir dando un enorme rodeo para atravesar la zona hacia la plaza del Parc, ya acabada una vez instalado el pavimento de la calle Avicenna.
Aún así, la mayoría de negocios se quejan de que la gente, especialmente las personas mayores, todavía no se animan a ir de compras a la zona por las dificultades de acceso.
Esther, dependienta de la zapatería The Box, hace balance de los ya casi cinco meses que duran las obras. Habla de la bajada de las ventas que han obligado a «reconvertir» una tienda de temporada en un outlet para atraer clientes y del material que se ha estropeado por el polvo de las obras y que han tenido que rebajar todavía más para poder darle salida.
Sobre el pavimento elegido para la peatonalización, Esther destaca que la gente que entra de la calle deja huellas en el suelo de la tienda por el polvo que el pavimento impregna en sus zapatos. «El suelo además es imbarrible. Necesita mucha agua para limpiarlo, lo que me parece un derroche en una isla donde carecemos de este recurso», opina.
Cristina, dependienta de Excelsior, lamenta que todavía no va mucha gente a la zona. «Pasa gente pero la mayoría no se paran», afirma. En cuanto al pavimento, lo califica de «desastre» y teme que el año que viene se tengan que hacer nuevas obras para cambiarlo.
Una opinión más amable tiene Franck, dueño de la boutique Scarabée, que comenta que el suelo da la sensación de «inacabado». «De lejos me gusta el resultado, pero los detalles no tanto», añade.
Para el propietario de este negocio, la peatonalización del centro de la ciudad es como «un renacimiento», una metamorfosis de la ciudad a la que los ciudadanos y los comercios se tendrán que adaptar. En este sentido, destaca que algunas tiendas de la zona se han reconvertido en bares porque el epicentro del comercio de la moda en Vila está ahora en Bartomeu Rosselló e Ignasi Wallis.
Las mejores palabras se dirigen a los obreros y la intensidad con la que trabajan para que la obra esté acabada en mayo. El más optimista de todos es Joan Riera, propietario de Ca n'Alfredo y presidente de Pimeef Restauració, que está contento con disponer de zona de terraza en el centro del paseo y no tener que poner las mesas en las aceras.
Sobre el resultado final, prefiere no opinar hasta que no esté acabada del todo. «Hasta que no se haya puesto el último árbol no lo podemos valorar», señala. Riera insiste en que Vara de Rey se convertirá en el mayor centro comercial de la isla y que la peatonalización redundará también en la Marina y el puerto. «Ganaremos todos», concluye.
EL DETALLE
El IEE califica de “noticia triste” que Vila no cambie el nombre del paseo
El Institut d'Estudis Eivissencs (IEE) considera que la decisión del Ayuntamiento de Vila de «rechazar la oficialidad del nombre tradicional del paseo de s'Alamera» para sustituir la denominación actual de Vara de Rey es una «noticia triste».
La entidad resaltó ayer a través de un comunicado que el hecho de mantener el nombre de Vara de Rey es una decisión «política por la naturaleza de quien la tenía que tomar, pero no debía ser política en cuanto a la motivación y la argumentación que debían sustentarla».
El IEE explica que la dedicación del paseo al general Joaquín Vara de Rey Rubio en su día no significó la desaparición del nombre popular de s'Alamera y «ambos han convivido de manera diglósica».
Señala que se trata de una convivencia «artificiosa, que solo por estar ya relega el nombre popular a un segundo plano, como si la denominación popular fuera menos valiosa que la oficial».
7 comentarios
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Habia un extranjero comentando el pavimento en un negocio de vara de rey y era de chiste... el señor aseguraba que eso estaba sin terminar, que encima de ese hormigon rugoso irian las baldosas sin lugar a duda, pobre... se ve que lleva poco por ibz y no conoce el nivel chapucero cutre de nuestras obras.
Forma de truño no, no seáis malos, es forma de mojón, pero de los grandes, que poco hay que querer a Ibiza para poner ese suelo tan pobre y cutre. Hay alcalde que desastre, muy incompetente.
Si que coge forma si, forma de truño!!!
Hoy mojaban el pavimento acabado y el agua la tenían que mover con escoba, cuando llueva veremos el resultado de las pendientes y de los informales, creo que tendrían que haber colocado el sistema del puerto y los de aqualia que se preparen.
Seguimos sin los árboles prometidos en Plaza del Parc y alguna terraza ya está ocupando más espacio de lo que les han asignado. En la calle Miguel Cayetano Soler que llega hasta la Plaza ya se ven terrazas invadiendo el espacio público para caminar.
Soy albañil, he trabajado muchos años poniendo suelos en superficies y asfalto . Y el suelo que estan poniendo en cuanto llueva o se limpie ya sea a presión o con maquina se va a ir despengando. La piedras y la arenilla se van ha levantar y cada año tendran que repararlo. A parte las heces de los perros, vomitos, sangre, no se van a ir. Vamos que en Noviembre estan cambiando el suelo.
La verdad es que quedará una zona muy amplia... Pero el suelo es una cagada impresionante y ayer me dicen que desde el ayuntamiento sean pegado unos viajes para ver el suelo... Vamos que nos ha salido caro. Y ese suelo no va a durar...os lo digo yo...