Ante esta incidencia de conductas que puede derivar en posibles casos de acoso a través de las redes sociales, la directora del Institut asegura que «se tendría que estudiar y analizar los motivos» y recordó que no se trata de conductas que pasan sólo en las aulas sino también fuera del horario escolar ya que se trata del acoso a través de móviles que utilizan fuera de las clases. «Hay que trabajar entre todos y también con las familias», comenta. De hecho, los menores tienen acceso al móvil a edades cada vez más tempranas.
El informe del Institut del curso escolar 2015-16 incluye los datos de asesoramiento por casos de acoso, que Ibiza contabilizó tres posibles casos, y las memorias de los planes de convivencia de los centros educativos que recogen los protocolos de acoso escolar. De las 309 memorias recogidas en los planes de convivencia en el curso 15-16, un total de 45 corresponden a centros de Ibiza y tres de Formentera.
Los datos de las memorias en los centros educativos recogen que se han abierto 36 protocolos, de los que una quincena tenían alguna relación con un presunto ciberacoso.
En 27 de los 36 casos se trabaja con el protocolo de acoso escolar porque se valora que se cumple los criterios. En estos 27 casos se le pregunta la tipología, el motivo del acoso, si es por homofobia, necesidades educativas especiales, origen cultural u otra causa, pero sólo en cinco aluden a situaciones concretas, tres por necesidades educativas especiales y dos se deben a temas culturales. «En 22 casos no atribuyen ninguna razón, es el grupo que lo permite pero hay que decir que estamos todos implicados», subrayó Escoda, que expresó su preocupación por este tipo de actitudes de los grupos.
De hecho, en los casos finalmente tratados como acoso escolar en Balears, casi el 70% no se específica por lo que se deduce que corresponde más a la presión de un grupo que a un rasgo específico.
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
Lo peor y realmente de juzgado es ver como los profesores de los colegios públicos miran para otro lado cuando ven a un niño sufrir ( son cosas de niños), que poca vergüenza. Luego está cuando el que acosa es un maestro....eso es tan cotidiano. Si te vas a quejar de un maestro al inspector de educacion te dirá que para echar a un profesor es muy difícil......pobres niños en manos de auténticos torturadores.