El fuerte viento castigó la costa de Sant Antoni.

El ‘reventón' de aire frío que se produjo ayer a media mañana y que desató fuertes granizadas y vientos de hasta 98 kilómetros por horas provocó numerosos desperfectos en las Pitiusas donde, durante unos minutos, reinó el caos.
Los incidentes de mayor gravedad se produjeron en varias carreteras a consecuencia de la caída de grandes árboles que, en algunos casos, llegaron a cortar las vías de manera temporal, como en la EI-700 de Sant Josep a Sant Antoni. Según informaron desde el Consell d'Eivissa, el Servei de Manteniment de Xarxa Viària tuvo que retirar dos pinos que cortaban completamente esa carretera.

También actuaron en la retirada de árboles en las carreteras EI-341, de Sant Joan a Sant Miquel, EI-321, de Sant Joan a Sa Cala, EI-400, de Sant Miquel al Port, EI-100 en Cala Llonga, EI-631, de Sant Rafel a Santa Eulària, y en la EI-300, en la zona de Ca Na Negreta donde tuvieron que retirar un olivo.

Desde el Ayuntamiento de Santa Eulària informaron de una docena de incidentes relacionados con el temporal de viento, la mayor parte de ellas motivadas por caída de árboles o ramas encima de carreteras, en la avenida es Cap Martinet y en Jesús y sobre unas viviendas de es Puig d'en Fita. Asimismo, hubo postes de teléfonos caídos o en peligro de caerse, cables destensados o cortados, antenas de televisión en peligro de caer o la caída de parte de un techo de uralita encima de un vehículo estacionado en la calle Sant Josep, en el casco urbano de Santa Eulària que, afortunadamente, no provocaron heridos.

Palmera sobre una casa

En el resto de municipios también se notaron los efectos de la fuerza del viento y la lluvia. En Sant Josep una palmera cayó en la carretera que atraviesa la localidad, y en Sant Jordi un árbol de la misma especie fue arrancado de raíz y cayó sobre una vivienda cercana a la iglesia de esta localidad.

La Policía Local de Vila realizó ayer una quincena de intervenciones. Las más importantes se debieron a las caídas de cuatro árboles, el desplazamiento de dos contenedores de basura e incluso la caída de un palo de luz, provocando en algunos casos daños materiales al precipitarse sobre vehículos estacionados en el lugar.

Sant Josep también sufrió las consecuencias del temporal de viento con una decena de incidencias, la mayoría provocadas por la caída de árboles y desprendimientos de tierra y rocas en la zona de Porroig que afectó a cinco casetas de pescadores. El desprendimiento de planchas de la cubierta de las instalaciones deportivas de Can Guerxo ha provocado la cancelación de casi todas las actividades. Además, se mantiene cerrado el acceso a los acantilados de es Cubells por el desprendimiento de rocas que ponen en peligro el paso a los vecinos de la zona.

Mientras que Formentera se ha despertado esta mañana con el desprendimiento de parte del techo de una de las gasolineras por el fuerte viento. Hasta el lugar se han desplazado los bomberos para subsanar el problema.
A estas horas, los agentes ya trabajan para volver a la normalidad y solucionar los desperfectos ocasionados por el temporal. Aun así, las previsiones indican que Ibiza y Formentera continúan en alerta amarilla por rachas de viento que podrían alcanzar los 80 kilómetros por hora y fenómenos costeros con olas de hasta tres metros.

En la entrada al aeropuerto, los bomberos tuvieron que retirar unos árboles que impedían el acceso a los taxis a consecuencia de la caída de varios árboles, al igual que en el paseo Joan Carles I de Vila y en la carretera entre Sant Rafel y Santa Eulària. Asimismo, también cayó gran parte de la valla de seguridad del aeropuerto que separa las instalaciones del Parc Natural de Ses Salines.

Aparte de la lluvia, también cayó una fuerte granizada durante unos minutos que afectó a poblaciones como Sant Llorenç, Vila o Sant Rafel.

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Imposible navegar

Respecto a la situación marítima, el trayecto que realiza Balearia entre Palma e Ibiza se suspendió hasta hoy y prácticamente todas las conexiones entre las Pitiusas quedaron anuladas. Los puertos de Vila y la Savina también tuvieron que cerrarse.

En Formentera también se notaron los efectos del fuerte viento, con ráfagas que llegaron a los 85 kilómetros por hora.
Los servicios de emergencia tuvieron que retirar un catamarán que se salió de s'Estany des Peix donde estaba fondeado a la carretera.

El teléfono de Emergencias 112 gestionó 32 incidentes en Ibiza y uno en Formentera desde las 7 de la mañana a las 7 de la tarde de ayer.

EL APUNTE

Un fenómeno meteorológico llamado ‘downburst'

Las fuertes ráfagas de viento que ayer al mediodía se desataron en las Pitiusas responden a un fenómeno meteorológico llamado ‘downburst'.

Según explicó la meteoróloga Victòria Rosselló, se trata de un desplome brusco o ‘reventón' de aire desde los dos kilómetros de altura hasta superficie que provoca fuertes rachas de viento al paso de un frente.

La lluvia que se genera en capas medias se evapora al pasar por un estrato más seco más abajo. Al enfriarse; ese estrato se hace más denso y el aire enfriado, más denso que el entorno, desciende hasta impactar con superficie, provocando rachas de viento fuertes de forma local.

Según informaron desde AEMET Balears, este fenómeno se produjo pasadas las once de la mañana cuando coincidió una subida de la presión atmosférica, una caída de la temperatura y un aumento de la intensidad del viento, que giró a dirección noroeste, con rachas máximas que alcanzaron los 98 kilómetros por hora, de acuerdo con los datos registrados en el aeropuerto ibicenco de es Codolar.