Los derrumbes se produjeron a primera hora de la mañana y arrastraron multitud de piedras y rocas consigo. Arrancaron de cuajo un árbol y rompieron parte del muro protector de la carretera, lo que provocó que cayeran piedras y trozos de roca sobre el camino de acceso privado a una mansión ubicada en la parte inferior. Por fortuna, no hubo que lamentar daños personales ya que en ese momento no circulaban vehículos ni personas.
La gran cantidad de agua caída durante los últimos días parece la responsable de haber reblandecido la tierra del acantilado, provocando derrumbes y desprendimientos muy peligrosos para quienes viven en la urbanización.
El fotógrafo José Antonio Hervás, vecino de la zona, filmó la escena en un vídeo de tres minutos de duración para el que también empleó un dron, el cual permite contemplar una vista aérea del lugar afectado por el desprendimiento.
Según las primeras informaciones, Parques de es Cubells habría sido el encargado de retirar ayer parte de las rocas para habilitar un carril en la vía. A lo largo de los próximos días se terminará de limpiar la zona afectada, que ocupa unos 20 metros de longitud.
No es la primera vez que el acantilado de es Cubells escupe tierra y piedras sobre este área, donde hay construidas una importante cantidad de villas y casas de campo. A finales de año las fuertes lluvias provocaron el desprendimiento de rocas de hasta 10 toneladas. El derrumbe fue de gran envergadura ya que abarcó varios kilómetros.
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