El trasportín es una herramienta muy útil para viajar con el perro y llevarle a hoteles, otras casas, etc., pero también para enseñarles a hacer sus necesidades en el lugar adecuado e, incluso, evitar destrozos en la vivienda cuando no se puede supervisar.

No debe utilizarse para:

- Corregir algunos problemas de comportamiento, como la ansiedad por separación.

- Evitar las molestias provocadas por cachorros o perros muy activos.

- Castigar al perro por algo que haya hecho mal.

El tamaño adecuado del trasportín es aquel en el que el perro puede estar de pie sin tocar el techo, puede tumbarse y estirar sus patas cómodamente y puede darse la vuelta sin problemas.

Puntos clave

- El adiestramiento tipo condicionamiento clásico utilizando como refuerzos positivos la comida y/o el juego es el sistema recomendado para conseguir una asociación agradable entre el trasportín y su permanencia en él.

- El progreso de habituación debe ser progresivo y gradual, ajustando su duración al nivel de tolerancia del encierro de cada animal.

- Si el perro ladra cuando esta en el trasportín, debe considerarse la posibilidad de estar avanzando demasiado rápido. Además de reducir el tiempo de encierro en posteriores ejercicios y evitar el castigo (físico y verbal), se pueden usar dos técnicas para evitarlo:

- Ignorar los ladridos hasta que paren, premiándolo a continuación o liberándolo del encierro.

- Señalar al perro con algún sonido y/o gesto la salida del propietario de la habitación, esperando a volver 5 o 10 segundos después de que se haya callado.

- Si durante el encierro el perro muestra niveles elevados de ansiedad ( jadeos, babeos, intranquilidad, etc.,) o miedo, como intentos desesperados de escape, no debe usase el trasportín bajo ningún concepto.

Otros usos del trasportín:

- Si se usa como lugar de descanso habitual del animal, debe tener la puerta abierta toda o la mayor parte del tiempo para permitir la posibilidad de movimientos.

- Si se utiliza para los viajes, es necesario hacer un proceso de habituación adicional y asegurarlo correctamente en el habitáculo del vehiculo o en el maletero.

Con un adiestramiento adecuado, el trasportín puede ser la «base segura» o lugar donde el perro se encuentra relajado en situaciones de miedo como tormentas, fuegos artificiales, etc..

Consejos

Para las casas con poco espacio o temperaturas ambientales elevadas, una jaula de exposición puede ser mejor opción que un trasportín clásico.

Los perros tímidos o que tienden a descansar cobijados suelen preferir trasportines de plástico que proporcionan un mayor sensación de seguridad.