Según ha indicado Martínez en una nota de prensa, Greene Waste to Energy (Greene) no sólo reduce los lodos sino que también permite la reutilización de la ceniza generada para obras civiles a través de un proceso de gasificación.
«El valor de este proceso reside en la eliminación de los residuos sólidos hasta en un 90%, y que da salida al 10% que se genera con las diversas operaciones de revalorización», ha incidido Martínez, que destaca que «convierte esos residuos en energía, evitando los costes de su traslado a otros puntos del archipiélago o a la península, además de que la ceniza generada puede usarse como material para obra civil».
Precisamente, el Consell de Govern autorizaba este diciembre el gasto de 2,2 millones de euros para el transporte de lodos de Ibiza a la Península, algo que Greene podría evitar, según ha recalcado la propia empresa.
Como ha subrayado Martínez, la propuesta de Greene es «respetuosa con las directrices de la Unión Europea que marcan el principio de las cuatro R: reciclar, reducción, reutilización y revalorización energética», y además «permite trabajar bajo el entorno de los conceptos de economía circular».
Esto se logra gracias a un proceso de gasificación con el que los lodos de las depuradoras, la basura diaria, residuos industriales o de la agricultura, se convierten en energía aprovechable en forma de calor y de electricidad. Además, produce una ceniza inerte que se puede aplicar en diversos usos en obra civil (como material de construcción, fertilizante, o en la fabricación de vidrio).
Patente mundial
El proceso de gasificación de Greene está protegido mediante patente mundial y por cada kilo de residuo que procesa obtiene aproximadamente 1 kilovatio de energía eléctrica y más de 1,5 kilovatios de energía térmica.
La empresa asegura que la planta de gasificación «es rentable a partir de pequeñas estaciones» (entre 0,5 y 5 MWe) y que de hecho, ya ha presentado varios proyectos para poner en marcha esta tecnología en países como Croacia, Chile, México o Irán.
«Entendemos que en pleno siglo XXI, la sociedad debe tratar de manera diferente los residuos, en todos sus formatos, porque no podemos seguir aplicando técnicas del siglo anterior. Los vertederos y el entierro de basuras no son la solución a un problema que irá en aumento», ha reflexionado Martínez.
Greene nació en 2011 de la iniciativa de cuatro emprendedores de Elche, químicos, y en la actualidad cuenta con 20 empleados y el respaldo de un inversor privado de la Comunidad Valenciana.
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