Esta semana han comenzado los trabajos por parte de la empresa Eivisub Toberna para la instalación de una serie de tuberías y dispersores que, a través de un motor de bombeo, impulsan agua desde corrientes más frías hacia la zona estancada para que recircule el agua y se disuelva la mancha verdosa.
A diferencia de la inversión realizada en las citadas playas de Sant Josep, donde financiaron las obras la Asociación de Vecinos de Cala Vedella y los empresarios de Cala Tarida, el proyecto en Portinatx corre por cuenta del Ayuntamiento, que ha adjudicado los trabajos por valor de 135.000 euros.
Según indicó ayer el alcalde del municipio, Antoni Marí Carraca, la mancha color marrón verdoso aparece desde hace más de 25 años en las horas centrales del día y durante los meses de julio y agosto.
«En Portinatx se ha llevado un seguimiento analítico muy exhaustivo porque ha sido una preocupación constante y se ha llevado un seguimiento por parte de laboratorios de la isla, expertos de Aqualia y otros laboratorios externos», sostiene Marí Carraca, quien precisa que también ha tenido conocimiento de este microalga Sanidad y el Instituto de Estudios Avanzados del Mediterráneo, quien supervisa a través de varias universidades los niveles de contaminación del mar. «Este instituto ha diagnosticado el problema; se trata del microalga Alexandrium Taylori», señala el alcalde de Sant Joan, una especie que se reproduce por las elevadas temperaturas del agua y la ausencia de corrientes. El método que comenzará a funcionar a lo largo de los próximos días consiste, según el primer edil de Sant Joan, «en coger agua desde 5 metros y pico de profundidad, donde está más fría, y tirarla a nivel de superficie junto a la orilla. Esto enfría el agua y genera una corriente que hace recircular el agua». Carraca puntualiza que este microalga es inocua y que la mancha verdosa no es producto de aguas fecales ni residuales procedentes de la depuradora. «No hablamos de agua contaminada», insiste.
Por último, confía en que pronto se aprecie una mejoría en el principal arenal de Portinatx. Aunque recuerda que «el primer año de funcionamiento suele ser experimental», cree que esta iniciativa y sus resultados «le gustarán a todo el mundo».
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