El Govern desconoce dónde se tirarán los fangos de Santa Eulària este verano | Ana Fernández / Renato Steinmeyer

El Govern balear todavía ignora en qué lugar se depositarán los fangos de la depuradora de Santa Eulària este verano, ya que está a la espera de que el Consell d'Eivissa, que es la institución que tiene la competencia en este sentido, decida dónde los quiere. «El Consell ha propuesto tres alternativas y estamos a la espera de que nos diga cuál decide», señaló ayer en el Parlament el conseller de Medi Ambient, Vicenç Vidal, a una pregunta del diputado del PP Miquel Jerez, quien le recordó los malos olores que sufrieron el pasado verano los vecinos de los barrios de Can Sançó y Cas Capità por culpa de la acumulación de lodos.

«Aunque me suponga un esfuerzo titánico le creeré, me taparé los ojos confiando en que usted está trabajando para que Santa Eulària no se tape la nariz. El Consell le está haciendo perder el tiempo, intensifique sus exigencias porque el verano está aquí y si no encontramos una solución rápida a usted y al Consell se les habrán acabado las excusas», apuntó el diputado ibicenco del Partido Popular. El pasado año, Santa Eulària se encargó de retirar los lodos de la depuradora y este año se está pendiente de poder almacenarlos en el vertedero de Ca na Putxa.

El conseller Vidal también tuvo que contestar a una pregunta sobre la desaladora de Santa Eulària, aunque tampoco supo concretar si había firmado algún documento con el Ministerio de Medio Ambiente que comprometiera a los ciudadanos de Balears a tener que pagar el sobrecoste de esta instalación, inicialmente asumido por el Estado. Sin embargo, Vidal explicó que «de manera urgente, contrataremos el mantenimiento de la desaladora para ponerla en marcha este verano y que llegue a Roca Llisa. Además, redactaremos el proyecto de conexión con la desaladora y los pliegos de la concesión definitiva de la instalación, en la que incluiremos un depósito de 2,8 millones a petición de Santa Eulària». El conseller balear de Medi Ambient señaló que esperan tener redactado el proyecto de interconexión de la desaladora en «tres o cuatro meses y las obras con el anillo en siete y ocho meses».

Vidal se enzarzó con el exconseller Biel Company en relación a las gestiones llevadas a cabo en este sentido. «En 2013 se pidió el rescate de la desaladora y usted no hizo nada. Lo que le toca la moral es que llegue un jovencito como yo y lo arregle», le espetó Vidal a Company. El actual conseller corrigió al diputado popular al asegurar que si la potabilizadora no se ha recepcionado hasta este mismo mes es «porque las obras no estaban acabadas. «Desde septiembre teníamos el acuerdo político con el Ministerio, hemos trabajado desde entonces para poner la desaladora en marcha pero no ha sido posible; polémicas estériles lo han impedido», concluyó Vidal.

En cuanto al proyecto del nuevo emisario de Talamanca, el conseller de Medi Ambient señaló que tiene pendiente viajar a Eivissa para presentarlo ante la comisión especial creada en el Ayuntamiento de Vila que se encarga de esta cuestión. «Se llenaron la boca de que declararían las obras de emergencia, estamos esperándola. En un año de Govern, lo único nuevo en Talamanca es que han conseguido licitar el proyecto que el anterior conseller escogió y han continuado con las labores de vigilancia. Nada nuevo en el horizonte. Déjese de excusas, póngase las pilas y dé una solución a Talamanca», le contestó la diputada del PP Mª José Ribas.

Lista de espera para un TAC

Por último, la consellera de Salut, Patricia Gómez, justificó la lista de espera para realizarse un TAC preferente en el Hospital Can Misses por la falta de profesionales. «A final de año aumentó la lista de espera porque faltan tres radiólogos en Eivissa, que junto con Pediatría y Anestesia son las especialidades que más nos cuesta contratar», aseguró Gómez. Ahora los pacientes que esperan un TAC son menos de un centenar, aunque la lista de espera llegó a 260, más del doble de la media de los centros sanitarios del archipiélago.