Santa Eulària madrugó el domingo para dar la bienvenida por todo lo alto a la llegada del mes de mayo. Una celebración arraigada en la isla desde tiempos inmemoriales que este año se estrena, además, como Fiesta de Interés Cultural. Un título aprobado hace unos plenos en el Consell d'Eivissa que le concedió la oficialidad. «Fue un expediente que inició el Ayuntamiento de Santa Eulària, después de recopilar mucha documentación, y tras pasar todas las comisiones pertinentes nos concedieron un título que para todos nosotros es un orgullo por el significado de esta fiesta», apuntó el alcalde del municipio, Vicent Marí.
Se trata de una fiesta significativa para todos los ibicencos; algunos incluso la consideran la más importante de la isla. «Aunque otras fiestas sean populares, diría que Anem a Maig es una de las más tradicionales que hay en Eivissa», añadió el presidente del Consell, Vicent Torres, a las puertas de la iglesia de Puig de Missa, donde recordó vivencias de su niñez entorno a esta señalada fecha: «Desde muy pequeño mis padres decían ‘hay que engalanar el carro para anar a maig'. Es un día muy tradicional en Eivissa, una fiesta muy bonita que se organiza en un lugar increíble como es Puig de Missa y a la que suele acompañar el tiempo primaveral».
Y así fue: la misa cantada por el coro reunió a cientos de feligreses, y reservó sus asientos de honor para las autoridades, que entraron precedidas por el grupo Es Broll. En primera fila se sentaron el presidente, alcalde de Santa Eulària junto al resto de autoridades asistentes. También primera fila tuvieron todas las mujeres ataviadas con sus mejores emprendadas y galas payesas. A las 11:00 horas dio comienzo la solemne misa oficiada por el obispo de Eivissa, Vicente Juan Segura, quien rememoró la historia de este día.
La leyenda
Según cuenta la leyenda –aunque hay indicios que hacen pensar que ocurrió en realidad– hubo una iglesia en este monte que se derrumbó hace cientos de años justo cuando los feligreses habían salido de misa. «Una tragedia que por suerte no dejó víctimas, todos se salvaron y a raíz de este suceso se construyó la iglesia que hoy nos acoge y se escogió esta fecha para dar las gracias y celebrar que todos salieran con vida», explicó el obispo.
Tras la misa, continuaron los festejos, con el tradicional ball pagès, para proseguir con un desfile encabezado por la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Estrella de Santa Eulària y la Banda Musical de Sa Colla des Riu, donde se tocaron versiones de algunas bandas sonoras como El último mohicano. Miles de personas, turistas y autóctonos con sus mejores galas se congregaron en este tramo de la calle de Sant Jaume para ver el desfile de carros de caballos donde también iban subidos el alcalde de Santa Eulària y, un poco más atrás, Vicent Torres.
«Es una fiesta a la que venimos todos los años», apuntó una de las señoras que asistieron al acto; junto a ella su nieto de apenas dos años señalaba asombrado las piruetas de las amazonas a lomos de sus caballos. «Es un día especial para la isla y venimos de todas partes», señaló Raquel, residente de Sant Josep. Un día memorable para disfrutar en familia pues los eventos continuaron también por la medianoche y donde sólo faltaron los fuegos artificiales que se suspendieron al no disponer del transporte adaptado para trasladar el material pirotécnico hasta la isla, según comunicó el Consistorio en su web oficial.
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