La Conselleria de Medi Ambient del Govern tiene previsto reunirse a principios del mes de mayo con el Ministerio de Agricultura para tratar la moratoria de entrada de olivos en Eivissa. Desde el Ejecutivo autonómico explicaron que la colaboración del Gobierno central es «necesaria» para intentar poner freno a la entrada de estos árboles a Eivissa ya que «la mayoría de olivos vienen de otras comunidades autónomas», precisaron desde el Govern. En este sentido, el servicio de protección de especies de la Conselleria de Medi Ambient del Govern está analizando la petición del Consell d'Eivissa de que se prohíba la entrada de olivos en la isla con el objetivo de evitar aún más la propagación de serpientes y culebras que vienen en estos árboles y que en los últimos años se encuentran con facilidad en terrenos de la isla.

El informe

Así, la máxima institución insular remitió al Govern a mediados de febrero esta petición solicitando, además, llevar a cabo un proyecto de control necesario «para evitar la expansión de las serpientes en todo el territorio insular, así como el establecimiento de una delegación del COFIB (Consorcio para la Recuperación de la Fauna de Balears) en la isla de Eivissa y, por tanto, la presencia continua de los técnicos sería muy deseable», se desprende del documento enviado por el Consell d'Eivissa al Govern en el que se recuerda, además, que la máxima institución insular de Eivissa «no dispone de base competencial en relación a temas que atienden a aspectos de la biodiversidad». En el informe adjuntado al Govern, el Consell detalla que la isla de Eivissa nunca ha contado con la presencia de ofidios y que desde 2003 se han detectado tres especies: la serpiente blanca (Rhinechis scalaris), la serpiente de herradura (hemorrhois hippocrepis) y la serpiente verde (malpolon monspessulanus) «pese a que la serpiente verde no se tiene constancia desde el año 2010».

El informe de la máxima institución insular señala que se tratan de «especies invasoras por sus efectos negativos sobre la biodiversidad de las especies autóctonas de las islas y todas ellas depredan pájaros, especies cinegéticas y, en el caso de la serpiente de herradura y la serpiente verde, son depredadoras de la especie endémica de la sargantana pitiusa (podarcis pityusensis). Para comprobar la expansión de estas serpientes y sus efectos, el Consell d'Eivissa impulsó en 2014 y 2015 un proyecto piloto, periodo «durante el cual se comprobaron de primera mano estos hechos y se probó la eficacia de diversos tipos de trampas».