Mientras en el Consell d'Eivissa pasan el invierno organizando reuniones informativas que finalizan con referéndums sobre la reforma del primer tramo de la carretera de Santa Eulària, los vecinos, comerciantes y trabajadores del núcleo urbano de Ca na Negreta siguen padeciendo la circulación de 30.000 vehículos diarios frente a sus viviendas y negocios. Una situación que se pretende solucionar con la construcción de una variante que elimine el tráfico del barrio, que se convertirá en una travesía sólo para vecinos y con carril bici.

La mayoría de vecinos y trabajadores de la zona consultados ayer apuestan por que las obras empiecen cuanto antes, como Jesús Cortés, un transportista que circula por esta carretera a diario. «Paso por la carretera todos los días, debería estar ya hecha la variante y tener unos accesos a Santa Eulària en condiciones. Llevo diez años aquí y es algo necesario, están ahogando aquella zona. Si fuera turista no iría a es Canar ni a Santa Eulària para no tragarme todos los atascos. Lo del referéndum es absurdo, ¿quién va a decir que no? Es innecesario. Hay que hacer la reforma ya», apunta Cortés.

Para Miguel Tur, vecino del cercano barrio de Can Ramon, «la carretera es tercermundista, habría que empezar las obras cuanto antes mejor». La misma opinión tiene el presidente de la asociación de vecinos de Ca na Negreta, Luis Torres, quien el jueves estuvo en la reunión informativa celebrada en el Consell d'Eivissa. «Creo que es para pasar el tiempo, porque ya dijeron que el proyecto sería el mismo, que no se tocaría nada. Los que viven en Santa Eulària votarán que se haga y los que viven en Sant Josep, que no pasan por aquí, que no se haga», señala Torres, quien añade que desde la asociación les gustaría que la variante se alejara lo máximo posible de las viviendas.

Voces críticas

Sin embargo, no todos en Ca na Negreta están a favor de esta reforma, sobre todo los vecinos que quedarán entre las dos vías y los que verán partidas sus fincas por la nueva variante. A micrófono cerrado aseguran no estar satisfechos con el proyecto final y con la cantidad de territorio que se consume. Una opinión que comparte Joan Marí, vecino de Santa Gertrudis y usuario habitual de la carretera. «Paso por Ca na Negreta a menudo. Que ensancharan la carretera actual me parecería bien, creo que no es necesario hacer el desvío», señala Marí, quien se muestra a favor de que el Consell d'Eivissa quiera conocer la opinión de la gente acerca del proyecto. Sin embargo, es partidario de que «si se tienen que llevar el dinero a otra parte ya se lo pueden gastar en la carretera».

Quien también está a favor de que la reforma sea una realidad cuanto antes mejor es José Marchena, trabajador de una carpintería situada en el barrio de Ca na Negreta. Aunque, eso sí, sin que se consuma demasiado territorio. «Se tendría que hacer ya, porque es una carretera muy transitada, con mucho tráfico de toda la isla. Entiendo que haya vecinos afectados que no quieran que se haga, se tendría que hacer con la mínima afección posible», explica Marchena.

El Consell d'Eivissa continuará con su proceso de información y consulta este lunes en el Centre Social de Sant Llorenç, donde los vecinos y todos los ciudadanos que quieran, están convocados para que un técnico del departamento de Carreteras les explique los pormenores del proyecto y, al final del acto, votar si están de acuerdo o no con el proyecto elaborado por la máxima institución insular.

Un proceso que se complementará con 1.500 entrevistas a cargo de una empresa privada y la votación telemática a través del Portal de Participación del Consell d'Eivissa, donde todos los que se registren podrán dar su opinión sobre este proyecto que prevé el desdoblamiento de un tramo de cuatro kilómetros y la construcción de dos variantes para mejorar la circulación de vehículos y la seguridad. También se llevarán a cabo otras dos votaciones en Santa Eulària (miércoles 3 de febrero en el Palau de Congressos) y en el Centre Cultural de Jesús (jueves 4 de febrero), ambas a partir de las 20 horas.