Los primeros informes arqueológicos apuntan a que los restos arqueológicos situados en Can Creu se encuentran en "buen estado de conservación", aunque el yacimiento se tendrá que seguir excavando "para poder valorar con más claridad su alcance y cómo afectará el proyecto de la carretera", ha explicado hoy el presidente del Consell de Eivissa, Vicent Torres.
Torres ha dado a conocer el hallazgo en un visita realizada a las obras junto a la consellera de Movilidad y Territorio, Pepa Marí, y el conseller de Educación, Cultura y Patrimonio, David Ribas. También se han sumado el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, y la segunda teniente de alcalde de Santa Eulària, Ana Costa.
El presidente ha asegurado que los trabajos de arqueología no afectarán a las obras, que avanzan "a buen ritmo" y se prevé que estén finalizadas en junio.
Por su parte, el conseller David Ribas ha detallado que el conjunto arqueológico consta de una estancia de 32 metros cuadrados, "que estaba semisepultada, orientada siguiendo el curso del río de Santa Eulària".
"Para acceder había una escalera muy conservada, de cinco escalones de piedra y argamasa de arcilla", ha explicado el conseller, que ha añadido que "el suelo presenta evidencias claras de haber estado sometido al fuego".
En la excavación también aparecieron fragmentos de cerámica y mortero de cal, así como restos de cocción y piezas cerámicas deformadas o aferradas entre sí, "que hacen suponer que este espacio estaba destinado al almacenamiento o secado de este material y que en el entorno inmediato se podrían encontrar el resto de áreas de producción de la alfarería", ha añadido Ribas.
Según el Consell, una vez en desuso, esta estancia se rellenó con restos de material cerámico fragmentado, "del que se han podido extraer más de 70 cajas todavía para estudiar".
Las piezas son fundamentalmente ánforas ebusitanas, similares a las recuperadas en otros yacimientos de la isla, como Can Cova de Baix, Es Canar o Cala d'Hort.
En cuanto a las obras, el Consell ha informado de que el 25 de enero se iniciará la recta final con el cierre del tramo de la carretera comprendido entre el acceso a Sant Llorenç y el cruce con la carretera a Sant Miquel. Durante los tres meses de obras se habilitará un único carril en dirección Sant Joan para los vecinos.
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