Corría un 10 de enero de 1944 cuando un avión alemán fue derribado por otro británico frente a las costas de Eivissa, cuando en plena Segunda Guerra Mundial un Junkers Ju 88 alemán fue tiroteado por un Bristol Beaufighter británico. Una historia que el escritor Lluís Ferrer Ferrer explica en su libro Días oscuros y que los propios protagonistas recuerdan aún.

«Cayó en el agua y se fue al fondo del mar en seguida y un pobre hombre salió enganchado al salvavidas», explicó Vicent Bossa, uno de los ibicencos que participó en el rescate. «Lo recuerdo todo como si fuera hoy. Había un compañero que me llamó. El estaba en una montaña. Me dijo que un avión había caído y que habían cosas flotando en el mar, que podían ser personas y que a ver si podíamos ir con el llaüt a rescatarlos. Su padre era pescador y esperamos a que volviera.

Entonces salimos a buscarlos pero había muy mala mar. Salimos todo lo afuera que pudimos», explicó Bossa. «Ellos tiraron bengalas, había dos que iban juntos cogidos a un salvavidas y otro iba solo, salió del avión cogido a otro salvavidas y tenía pequeñas heridas en la boca», recordó. El llaüt iba muy cargado, con siete personas y había temporal pero «nos salvamos a pesar de ir tan llenos», señaló.

Bossa recuerda como anécdota curiosa que cuando volvían a casa pasó un avión «que los buscaba». Tras acogerlos y darles ropa seca «dimos cuentas a la comandancia de la marina».

Unos hechos que sucedieron cuando los alemanes iban a bombardear Gibraltar. Según Bossa el propio cónsul alemán contactó con ellos y les dijo que si algún día iban a Mallorca quería verlos, «yo fui a Mallorca pero no tuve tiempo de ir a verlo, pero el padre de mi compañero fue y nos dieron unos calendarios y 500 pesetas por cabeza», explicó.

Por su parte, el hijo de uno de los rescatadores, Vicent Marí Escandell, tenía tres años cuando sucedieron estos hechos pero su familia le explicó lo sucedido. «Parece ser que durante la II Guerra Mundial había un avión alemán que cruzaba el cielo de Eivissa perseguido por un caza inglés y cayó en la Punta des Moscarter. Mi padre y dos compañeros salieron a rescatarlos, pero no fue un rescate fácil porque no había medios como ahora», explicó Marí, «salvaron a los tripulantes, dos de ellos vinieron a casa, les dieron ropa e hicieron un gran fuego en la cocina», dijo, y recordó que le comentaron que los pantalones que les dejaron «les llegaban a las rodillas, eran muy altos».

Años más tarde el padre de Marí estaba hablando con unos turistas alemanes en Portinatx y se hizo amigo de uno de ellos, que era comisario de Policía, y tras conocer la historia estuvo averiguando por Alemania y pudo conocer al hermano del piloto que había muerto en otro accidente de aviación tres meses después, en el norte de Cataluña. «Su hermano le envió el mortuorio dándole las gracias por salvarle la vida, aunque sólo fuera por tres meses, y le dijo que sus restos están en el cementerio alemán de Periñán».

TESTIMONIOS

Dos testimonios de lo sucedido el 10 de enero de 1944 en las costas de Portinatx. Vicent Bossa, que participó en el rescate de los pilotos alemanes tras ser derribados por un caza británico que se dirigía a bombardear Gibraltar, en plena Segunda Guerra Mundial.

El hijo de Vicent Marí, ‘Guimó', Vicent Marí Escandell, que tenía tres años cuando sucedieron los hechos pero que conoce la historia después de que sus padres se la explicaran en repetidas ocasiones.

Testimonios a raíz de los cuales el escritor Lluís Ferrer Ferrr ha editado una novela histórica basada en estos hechos y gracias a los relatos de estos dos ibicencos, y a la documentación conseguida tras una amplia y costosa investigación. El libro lleva el título ‘Días oscuros' y está disponible en las librerías de Eivissa.