El Consejo de Ministro tiene previsto aprobar o el próximo viernes o el siguiente, siempre antes de las elecciones, el rescate de la desaladora de Santa Eulària tras el visto bueno del Consejo de Estado. De esta manera, el Gobierno rescatará la instalación y la transferirá al Govern, pero el traspaso se hará sin que haya ningún sobrecoste para el gabinete balear, según indicaron ayer a este diario.

El informe del Consejo de Estado era preceptivo para resolver la paralización de la desaladora de Santa Eulària. De esta manera, el órgano consultivo ha autorizado a abonar a la empresa constructora 25,6 millones de euros, lo que corresponde al coste efectivo de la obra. Con esta decisión, el sobrecoste de 19 millones no repercutirá en la tarifa que deberán abonar los ciudadanos de Santa Eulària una vez se ponga en marcha esta infraestructura.

Fuentes próximas al Gobierno central explicaron que el tema se encuentra ya a las puertas de ser analizado por el Consejo de Ministros. El Gobierno de Rajoy transferirá la planta al Govern de Armengol para que la ponga en marcha lo antes posible. La previsión es que la desaladora suministre agua a Santa Eulària el próximo verano. Cuando esté terminada la interconexión de las distintas desaladoras, el agua podrá ser distribuida a otros municipios, pero todavía no hay fecha para el inicio de esta infraestructura.

El desbloqueo administrativo de la planta desaladora de Santa Eulària comenzó cuando Miguel Arias Cañete era ministro de Medio Ambiente. El exconseller balear Biel Company pidió al ahora eurodiputado una solución ante el bloqueo por los 19 millones de desfase en el coste de las obras. La planta potabilizadora de Santa Eulària lleva más de dos años construida pero todavía no ha entrado en funcionamiento debido al conflicto entre Aqualia y las administraciones públicas, que no querían asumir el sobrecoste en la construcción de la desaladora.