La parroquia de Sant Josep acogió ayer noche un encuentro de coros parroquiales, organizado por la delegación de Manos Unidas en Eivissa y Formentera, con el fin de recaudar fondos económicos para poder desarrollar un proyecto de ayuda para los habitantes de la región de Gorgol, en el sur de Mauritania.
En este sentido, Pepita Ribas Tur, delegada de Manos Unidas para Eivissa y Formentera, explicó que «en Manos Unidas desarrollamos esencialmente dos líneas de trabajo, una para recaudar fondos y otra para sensibilizar a la sociedad sobre las necesidades que padecen muchas personas en el mundo». «Y con tal fin, se ha organizado esta muestra de coros parroquiales que intenta ser un punto de encuentro para todas aquellas personas a las que les guste la música y que quieran contribuir de forma desinteresada con un donativo simbólico a la salida para ayudar con nuestra causa en Mauritania», apuntó.
Este encuentro de coros parroquiales, cuya entrada fue libre y gratuita, contó en esta edición con la actuación de ocho agrupaciones corales procedentes tanto de Eivissa como de Formentera. A este respecto, Pepita Ribas Tur indicó que la recaudación obtenida por los donativos «será destinada íntegramente a la puesta en marcha de un proyecto para poder alquilar máquinas para hacer pozos, adquirir maquinaria agrícola, educación y para animales de granja, entre otras actuaciones».
En busca de ayuda
«Nunca habíamos colaborado antes con Mauritania y nos llamó mucho la atención que los propios habitantes de esa región del país acudiera a Cáritas de Mauritania para solicitar ayuda. Al venir avalada la petición por parte de Cáritas, decidimos ponernos a trabajar en este proyecto y aportar desde Eivissa nuestro granito de arena para intentar mejorar las condiciones de vida de esas personas», añadió la delegada de Manos Unidas en las pitiusas.
1 comentario
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Mi opinión: No se debe mandar dinero ni hacer proyectos en Mauritania. Primero porque no hay proyecto que se desarrolle debido a la falta de sensibilidad por conservar y mantener los proyectos de los mauritanos. Segundo porque hay miles de ricos en Mauritania que cada vez son más ricos y que no les interesa que su país se desarrolle. Tercero porque el islamismo está anclado como hace mil años y no permite que estas zonas rurales avancen. Cuarto porque el Gobierno dedica su dinero a militares, funcionarios e imanes y no se preocupa del desarrollo de su pueblo. Mauritania es un país riquísimo con una industria pesquera y mimera de las principales de África y puede levantarse sola. Pero sus dirigentes cada vez son más ricos y no quieren que su pueblo se desarrolle.