El derribo se realizará por orden judicial, después de que la propiedad no lo haya ejecutado voluntariamente, siendo el resultado de la denuncia que el Consistorio presentó por unas obras ilegales tras reiterados incumplimientos de los propietarios a diferentes órdenes municipales de paralización y desmantelamiento de las obras.
El Juzgado Penal número 1 de Ibiza ha notificado ya al Consistorio que debe ejecutar de forma subsidiaria la demolición de parte de los elementos anexos a la vivienda ubicada en la calle Lluís Grasset de Roca Llisa, conocida como Cas Calero.
El Consistorio ha comenzado a pedir presupuestos a distintas empresas y, una vez tenga una valoración clara de lo que pueden costar los trabajos, procederá a la contratación.
En concreto, se prevé la eliminación de pavimento de hormigón de la rampa de acceso y la zona de estacionamiento, la demolición de la caseta de la desaladora o el desmantelamiento de una casa de madera, entre otros trabajos.
También exigen la retirada de restos de obra depositados en el torrente de Cala Espart, además de la eliminación de la fosa séptica. Estas demoliciones son parte de la sentencia que condenaba también a un año de cárcel a la propietaria, S.D.K., por delitos contra el Medio Ambiente y desobediencia al Consistorio.
La resolución judicial tiene fecha de abril de 2010, aunque el procedimiento se inició en 2005, cuando el Consistorio emitió un decreto de Alcaldía para parar los primeros trabajos. Después, constató que se fueron comenzando distintas construcciones, todas justificadas con una licencia de obra menor. Según el Ayuntamiento, se presentó denuncia ante Fiscalía, lo que motivó que el procedimiento sancionador administrativo quedara en suspenso.
El concejal de Urbanismo y Obras, Mariano Juan, ha mostrado su satisfacción "porque al fin se puede actuar y restituir la legalidad de los terrenos, avalando así la Justicia la decisión del Consistorio en defensa de la legalidad".
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