Una nueva tormenta enciende todas las alarmas en Eivissa y Formentera. | Núria Arias/ Renato Steinmeyer

Las primera tormenta del mes de septiembre en las Pitiüses nos deja un tornado en Sant Antoni, al menos cuatro caps de fibló (mangas de agua), calles de ses Païsses y de Platja d'en Bossa anegadas, un tramo de la carretera del aeropuerto cerrado al tráfico y la terminal de facturación de es Codolar inundada por culpa de las goteras.

Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ayer, de dos a tres del mediodía, cayeron en el aeropuerto de Eivissa 24,5 litros por metro cuadrado, mientras que en Formentera fueron 16 litros/m2 en un corto espacio de tiempo también.
«Las precipitaciones han estado causadas por el paso de una línea de tormentas y chubascos de corta duración y muy focalizada en el sur de Eivissa y en la isla Formentera», comentó ayer Miquel Gili, el portavoz de la delegación territorial de la Aemet en Balears. Esto explica que en la estación meteorológica que la Aemet tiene en Sant Joan sólo se registraran 3,8 litros/m2.

Otro de los fenómenos que más impacto causó fueron los caps de fibló que se formaron en la costa suroeste de Eivissa y en Formentera, concretamente en s'Estany Pudent. Unas mangas de agua que, por unos instantes, hicieron levantar la vista del agua a los numerosos pescadores que ayer salieron a la mar a buscar los primeros raors de de la temporada.

«Los caps de fibló se forman cuando el mar está caliente y el aire está frío. Este contraste produce estas corrientes verticales de aire», explicó Miquel Gili, por lo que las mangas de agua son comunes en esta época del año. «Hemos salido al mar con sol y, de repente, el cielo se ha puesto negro; cuando el cap de fibló tocaba el mar era impresionante», explicó Jordi, a quien le sorprendió este fenómeno en sa Torreta, Formentera.

Tornado de Sant Antoni

Sin embargo, los vecinos de la zona de Can Nebot, en Sant Antoni, no olvidarán el día en que un tornado a punto estuvo de causar importantísimos daños en sus viviendas. Los vecinos aseguran que pasaron «pánico» durante los 15 minutos que el tornado amenazó sus casas. Por suerte, no causó ningún herido y sólo se llevó por delante multitud de árboles que, eso sí, dañaron varias pertenencias.

Las islas de Eivissa y Formentera continúan hoy en alerta amarilla por lluvias y tormentas. Desde la medianoche hasta las 16 horas, la Aemet calcula un 40% de posibilidades de que caigan hasta 20 litros por metro cuadrado en una hora, lo que podría provocar imágenes en las Pitiüses como las vividas ayer.

Además, la temperatura del mar y la del aire siguen siendo muy dispares, por lo que este contraste también podría causar nuevos caps de fibló en la costa de Eivissa y Formentera. En situación de tormenta, el 112 recomienda desconectar los aparatos electrónicos y evitar las corrientes de aire en casa.

El Govern balear activó ayer en Eivissa el Plan Meteobal entre las 14.30 y las 16.30 horas por culpa de estos fenómenos meteorológicos adversos.