Esta actuación forma parte del plan especial de limpieza de la ciudad que se ha desarrollado en el barrio de sa Penya. El pasado viernes se iniciaron los trabajos de limpieza vertical del acantilado y ayer llevaron a cabo la retirada de alrededor de tres toneladas de residuos.
La mayor parte de los residuos son de material férrico y restos de electrodomésticos así como muebles, madera, ruedas de bicicletas e incluso somieres de cama.
Para llevar a cabo la limpieza especial participaron cinco trabajadores que trabajan en la plataforma ubicada en el litoral, donde se fueron cargando todos los residuos, un patrón de barco y dos personas más que efectuaron la recogida en el puerto de Vila.
En total se llevaron a cabo alrededor de diez viajes desde la zona del acantilado hasta el muelle de pescadores donde se trasladaron los residuos, aunque a última hora de la tarde aún quedaban restos por recoger.
El Consistorio suele realizar esta campaña de limpieza dos veces al año ya, que los residuos se acumulan de forma habitual por la mala costumbre de algunos ciudadanos de tirar basura por este acantilado del casco antiguo de Vila. La limpieza vertical de la pared del acantilado lo lleva a cabo un equipo especializado con arneses de seguridad, que que durante el fin de semana se encargó de desenganchar los residuos acumulados entre los matorrales y lanzarlos a la playa. Durante el día de ayer, los operarios de la empresa concesionaria, Cespa, se encargaron de recogerlos.
Por otra parte, desde el Ayuntamiento anunciaron que, en coordinación con la concejalía de Casco Histórico, se han tapiado los accesos a varias casas del barrio de sa Penya para evitar que se llenen de suciedad y basura.
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