«Es una empresa de fuera más, sin experiencia en el sector náutico, y que viene a hacernos creer que pretende invertir 11 millones de euros en la isla cuando sospechamos de su manifiesto ánimo de lucro para hacerse con el control de una institución que debe ser por y para los ibicencos», así respondieron los actuales gestores del Club Náutico de Eivissa ante las acusaciones vertidas por 12 Millas, una de las tres empresas que opta a la reforma de la dársena deportiva del Club.
Tras una reunión mantenida por la junta directiva, el director del Club, Juan Marí, se mostró sorprendido por «los nombres que están detrás de esta propuesta que vienen a vendernos como si fuese una obra de caridad para salvarnos del abandono en el que nos encontramos; un sinsentido que hace aguas por todas partes» y desde la junta directiva del Club Náutico se mostraron muy sorprendidos porque el avalista de este «club deportivo de nuevo cuño» sea el mismo que hacía los informes para Autoridad Portuaria de Baleares en contra de su continuidad, el Sr. Francisco Javier Cisneros Cid», acusaron.
Marí ha reclamado el derecho de los ibicencos a seguir gestionando esta entidad «sin que venga nadie de fuera a acusarnos de falta de impulso» y matizó que «nadie da duros a cuatro pesetas y está claro que las empresas foráneas que pretenden hacerse con nuestro control tienen la pretensión de ganar dinero a nuestra costa quitando a los ciudadanos esta entidad que es suya y que es un verdadero club social», concluyó. Desde el Club reconocieron las deficiencias actuales pero aseguraron que «serán subsanadas cuando nos autoricen el proyecto de reforma que presentamos en 2009».
También recordaron sus 90 años de trayectoria así como todas las actividades y servicios que ofrecen día a día a los ibicencos, y dijeron sentirse «orgullosos» del trabajo hecho, como la Escuela de Vela que ya tiene más de 50 años de historia.
3 comentarios
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Muy acertado comentario, lo increible de este asunto es ver las declaraciones del expresidente del Consell apoyando la continuidad de la sociedad. Si en 83 años no han tenido tiempo de modernizar es un problema. Si sale a concurso público simplemente tiene que jugar con las reglas del juego, tanto así el nuevo alcalde de Vila. Cuando se abran las plicas ya tendrán tiempo de hacer alegaciones, pero dejen que las reglas del concurso lleven las cosas por su camino. Parece que le arrancan algo suyo. El estado es deplorable, el restaurante es indigno, suciedad por todos los rincones, instalaciones obsoletas. etc . Vila se merece un club náutico ejemplar. Tanto recelo no permite evolucionar, no sean tan cerrados y den tiempo al tiempo. El inmovilismo de estos años ha quedado demostrado. Enhorabuena por los logros del club que si tiene personas valiosísimas.
A cuenta de seguir en la mamandurria inoperante con instalaciones vintage curiosonas en las que no se gastan medio centimo y en donde se ejerce un oligopolio porque es nuestro y nuestro circulo es cerrado cerrado cerrado y pretendidamente elitista AHORA cuando surge un fin de concesion y una necesaria renovacion toca anudarse en la cabeza la bandera localista y el desprestigio hacia el que viene de fuera... lo encuentro entre provinciano y pueblerino y tremendamente falso. De la propuesta hay cosas que no me acaban de convencer como, por ejemplo la disminucion de amarres... Pero la libre competencia es lo que hace que las cisas mejoren.
Señor Juan Marí, el Club Náutico de Eivissa no es el club de los ibicencos. ES EL CLUB DE ALGUNOS IBICENCOS. Muchos llevamos años esperando una modernización que no se produce y debemos soportar unas instalaciones nauseabundas y tercermundistas, El club es un circulo cerrado celoso de que no entren “forasters” a perturbar “lo nostro” con nuevas caras y nuevos estatutos. Esto no tendría mayor importancia si Eivissa dispusiera de un Club Náutico verdaderamente social para que todo residente de Vila tuviera derecho a utilizar un amarre, pero este es un lujo de países justos, cultos y con posibles, que no es nuestro caso. Para que un club pueda considerarse social debe abrirse y progresar al interés de sus ciudadanos, y el Club Náutico de Eivissa echó la llave a su coto privado.