María José RealEivissa09/06/15 0:00
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Mientras se sigue esperando la declaración de reserva natural para Tagomago, la actividad turística de la vivienda que hay ubicada en el islote continúa con el paso de los días. De hecho, varios testimonios denunciaron a este periódico la presencia de una retroexcavadora en el islote. La presencia de esta máquina es de mediados de mayo y, según explicaron testigos presenciales, corresponde a un día en el que se vivió mucho ajetreo en la casa y en la zona, pues estaban preparándola para el arranque de temporada con un continuo ir y venir de materiales del muelle a la casa, algunos de ellos trasladados con la máquina pesada mencionada. Desde el Ayuntamiento de Santa Eulària declararon no tener constancia de la presencia de esta retroexcavadora en la zona ni qué hacía allí y explicaron que en las últimas semanas no había solicitudes de licencia de obra, por lo que estudiarán las imágenes facilitadas por este rotativo para saber si es competencia del Consistorio o bien de la Demarcación de Costas.

Reserva natural

Precisamente, el pleno del Ayuntamiento de Santa Eulària aprobó por unanimidad solicitar a la conselleria de Medi Ambient del Govern que el islote de Tagomago sea una reserva natural para así proteger sus valores medioambientales. Esta protección de reserva natural incluye a los islotes de Levante (Illa Redona, Llarga y los islotes de es Canar, además de Tagomago). En paralelo a esto, el Ayuntamiento de Santa Eulària solicitó el pasado mes de octubre a Costas la gestión del kiosco de Tagomago para así determinar si tendría un uso cultural, social o directamente ningún uso.

Los precios

La vivienda que está en el islote de Tagomago se alquila a precios astronómicos por días y semanas, según se reflejan en varias webs de alquiler vacacional de lujo. En este sentido, los precios de julio del año pasado demuestran que una noche costaba 20.000 euros, según aparece en la web The Pinnacle List, una inmobiliaria de lujo y también revista de lifestyle. Una semana en temporada alta puede llegar a costar 100.000 euros, cantidad que sube hasta los 250.000 euros en temporada alta.

En la web oficial de la sociedad que gestiona la vivienda se puede ver que en la página de inicio se habla de una «isla privada» con una «lujosa villa con cinco habitaciones dobles, todas con cuarto de baño propio, amplias áreas de estar y una cocina profesional».
Cabe recordar que el pasado mes de marzo, el Juzgado de Instrucción 2 de Eivissa abrió juicio oral a Matthias Kühn y Guido Hecker por unas obras realizadas en la isla ibicenca de Tagomago entre 2007 y 2008, constitutivas de un posible delito contra el medio ambiente y los recursos naturales y un delito contra la ordenación del territorio.