Esta petición se produce después del anuncio del Ayuntamiento de Vila de que se acelerarían los trámites para demoler el edificio de las antiguas escuelas, para que en el año 2015 puedan empezar las obras de los nuevos juzgados de Eivissa en el solar que quede libre. Una propuesta que cuenta también con el apoyo del principal partido de la oposición municipal, PSOE-Pacte.
En el año 2005 el Consell Insular inició los trámites para declarar este edificio Bien Catalogado, pero que a los dos años se dejó expirar el expediente.
En un comunicado, el IEE reitera sus argumentos a favor de la conservación del edificio, obra del arquitecto Guillem Forteza y terminado el año 1936.
Reconoce que el edificio en sí no tiene una especial relevancia arquitectónica, pero que «todo el espacio público, la escuela y la plaza, así como la alineación urbanística que delimita este edificio, tiene un indudable interés artístico, arquitectónico, paisajístico, etnológico e histórico, ya que es la única muestra del ensanche urbano de la ciudad que encaja y enlaza con los núcleos históricos de Dalt Vila y la Marina, de los que es una prolongación».
El IEE también pondera toda la significación y simbolismo rodea este edificio, ya que se relaciona con «los intentos de dinamización social y cultural de Ibiza» y porque «Sa Graduada ha sido la cuna de muchas generaciones de ibicencos y simboliza el primer intento democrático de universalizar la educación».
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