Los clientes pueden elegir entre una gran variedad de modelos al entregar leche, azúcar, cacao en polvo o zumo. | Daniel Espinosa

Antonia Juan Riera regenta un pequeño negocio de calzado en Vila al que por la caída del consumo y la llegada de las grandes superficies a la Isla cada vez entraba menos gente. «Estás en la tienda y ves que no entra nadie. Te da mucho tiempo para pensar y lo cierto es que si hay poco trabajo en el comercio es porque la gente no tiene dinero para gastar y la que mantiene su nivel de ingresos está asustada por si pierde el trabajo o se ve obligada a cerrar su empresa; esto nos puede pasar a cualquiera», explica Antonia, quien decidió impulsar la campaña Zapatos por comida para recaudar alimentos para quienes lo necesitan a cambio de un par de zapatos o complementos de su tienda.

Antes de poner en marcha su idea se puso en contacto con Cruz Roja, entidad de la que es socia desde hace tiempo, y con Cáritas para ver qué les parecía. «Les pareció estupendo y me animaron a hacerlo; están ayudando a mucha gente que lo está pasando mal en Eivissa», asegura esta comerciante. Además ha contado con la colaboración de Eroski, que les ha cedido una parte de su almacén para ir acumulando la comida recaudada y los zapatos que le iban llegando, así como un carro lleno de productos.

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