Rafael Bosch. | Jaume Morey

El portavoz del Govern, Rafael Bosch, ha asegurado hoy que el ejecutivo autonómico no ha descartado aún el plan inicial de trasladar la actividad de los hospitales General y Joan March a Son Dureta, que implicarían el cierre de los centros sanitarios.

Bosch ha afirmado en una rueda de prensa posterior al Consell de Govern que esta propuesta de la exconsellera de Salud, Familia y Bienestar Social Carmen Castro es la que «aún sigue manejando el Govern» y «no ha dejado de estar en vigor», porque «hay que cumplir con los ajustes».

No obstante, ha aclarado el portavoz del Govern, el actual conseller de Salud, Antoni Mesquida, ha decidido «debatir más a fondo» las propuestas de las plataformas y los agentes sociales surgidas a raíz del anuncio del cierre de los hospitales para mantenerlos abiertos.

Ha insistido en que, tal como explicó Mesquida en una rueda de prensa el pasado miércoles, se está intentando negociar el mantenimiento de estos dos hospitales a través de alguna alternativa que permitiera conseguir el ahorro necesario previsto en los presupuestos de Salud.

El presidente del Govern, José Ramón Bauzá, dijo ayer también en rueda de prensa que el conseller de Salud tiene «el visto bueno» para mantener la asistencia en el General y el Joan March «siempre y cuando cumpliera con al plan de equilibrio económico».

Déficit

En otro orden de cosas, Bosch ha justificado las medidas de ajuste aplicadas hasta el momento por el Ejecutivo autonómico, al aseverar que, de no haberse impulsado, el déficit actual «sería más del doble e incluso triple, y ya se pueden imaginar lo que nos sucedería», ha puesto de manifiesto en rueda de prensa.

En su intervención, Bosch ha considerado, en esta misma línea, que «todos los pasos dados» en este sentido «han sido los adecuados».

En este contexto, al ser preguntado por el recorte en las ayudas económicas a las vacaciones para las personas mayores, que se han reducido en un 25 por ciento, el también conseller de Educación, Cultura y Universidades ha defendido esta medida como «necesaria a la hora de ajustar el presupuesto» y no como «una medicina de gusto».

«El Govern no la entiende como un ataque sino que va dirigida a reestablecer el equlibrio presupuestario», ha incidido en este sentido al ser preguntado por los periodistas.

En concreto, en el caso de las vacaciones y el mantenimiento del empleo en zonas turísticas, el presupuesto del Imserso en 2012 será de 75 millones de euros frente a la dotación de 103 millones que tenían estos programas.

En esta misma línea, la partida para los programas de turismo y termalismo social se sitúan en 36 millones de euros, registrando un recorte del 24 por ciento en relación con la cifra del año anterior.