Los funcionarios de buena parte de las instituciones públicas de las Pitiüses se echaron ayer a la calle para protestar contra las últimas medidas del Gobierno Rajoy, entre las que figura suprimir la paga extra de diciembre a los empleados públicos. Las movilizaciones, convocadas por CCOO, UGT y Csif, se llevaron a cabo en las puertas del hospital, de las diferentes sedes de los Juzgados y de Consell y ayuntamientos.

Uno de los sitios elegidos fue las puertas del Consell, donde se congregaron alrededor de 60 trabajadores de la institución, prácticamente todos vestidos de negro (algunos también lucían lazos negros). Según explicó el portavoz del sindicato Csif, Ramón Taboada, de esta forma quieren mostrar su «luto» por esta nueva bajada de sueldo.

«Esto es muy duro, nos toca parte del salario y afectará mucho al consumo en Navidad, que bajará», dijo Taboada, que cree que las medidas son «un error», porque los funcionarios están soportando todos los recortes. «Somos solidarios, hay que sacar adelante el país en un momento muy delicado, pero no tenemos que ser ni los primeros ni los únicos en hacerlo», añadió este portavoz sindical, que indicó que esto implica una bajada del 7% del sueldo anual, a lo que hay que sumar la congelación que sufrieron en su día y la bajada del 5% que tuvieron que afrontar en 2010. «En los últimos años, entre una cosa y otra, hemos perdido un 30% de poder adquisitivo», añadió.

Según Taboada, participaron unos 60 trabajadores de un total de 300 que había en ese momento en la institución y atribuyó las ausencias a que muchos se quedaron en su puesto de trabajo para no dejarlo desatendido, aunque sí acudieron vestidos de negro en señal de protesta. «Esto es un sentimiento generalizado», añadió el portavoz sindical, que cree que se puede «prescindir de políticos, pero no de médicos, policías o profesores». La protesta fue silenciosa y no hubo ningún tipo de cántico. Ni siquiera se hicieron con un megáfono para lanzar algún tipo de discurso.

Esta concentración se produjo también en el exterior de los ayuntamientos de Vila (en el antiguo ayuntamiento) y Sant Josep, donde los trabajadores públicos también se vistieron de negro. En el antiguo ayuntamiento de Vila hubo una treintena de personas y en Sant Josep se congregaron una veintena.

El grupo municipal de PSOE-Pacte en Vila mostró su apoyo a los trabajadores en su protesta por una medida que consideran «injusta». «Los funcionarios no son culpables de la crisis pero la tienen que pagar. La eliminación de la paga de Navidad no tiene ningún sentido, no soluciona nada pero agrava la situación de muchas familias», añadieron los progresistas.

«¿De qué se reían los diputados?»

En el Cetis también se manifestaron ayer a las once de la mañana unos 150 empleados del Ayuntamiento de Vila y del Ministerio de Justicia contra las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno, en especial contra la supresión de la paga de Navidad de los trabajadores de las diferentes administraciones. Al mismo tiempo, en los Juzgados, en la avenida Isidor Macabich, unos 60 trabajadores se aportaron en las escaleras de acceso al edificio durante unos 20 minutos. Entre ellos había al menos dos jueces y a dos secretarios judiciales.

En ambos lugares, numerosos funcionarios comentaron «el programa oculto del PP», «las mentiras durante la campaña electoral» y la actitud de los diputados del partido gobernante a la hora de anunciar las medidas: «¿por qué aplaudían», «¿de qué se reían los diputados?», «¿cómo pudo la hija de Fabra gritar ‘que se jodan'?», «¿es que no tienen corazón?», «¡disfrutan pisando a los más débiles!», «¿por qué siempre a por los mismos?», «¡a los ricos nunca les tocan!».

En la explanada del Cetis, encabezados por los secretarios generales de los representantes de los sindicatos UGT, CCOO, CSI-CSIF y USO, Diego Ruiz, Felipe Zarco, Juan Nieto y Miguel Catalán, respectivamente, los trabajadores mostraron una enorme indignación y decepción por la actitud del Gobierno. Un grupo de trabajadoras acudió a la cita vestidas de negro. Otros portaban papeles con consignas como «Rajoy, cuéntale a la niña que los Reyes y Papá Noel de los funcionarios vienen en julio» o «Sí, soy empleado público; no soy culpable de la crisis, ¡basta ya!». Se escucharon consignas como «manos arriba, esto es una atraco» o «si esto no se arregla, ¡guerra, guerra, guerra!».

En el edificio judicial, un funcionario ironizó: «No, si es que ahora resulta que nadie votó al PP». «No han parado hasta convertirnos en mileuristas», añadió. Otra funcionaria dijo: «Nos han engañado, han mentido sin parar, prometieron muchas cosas y las han incumplido todas, ellos no hacen nada por ayudar, sólo ahogan al pueblo, deberían empezar por ellos mismos».

Por la tarde un grupo de ciudadanos convocó una protesta a través de las redes sociales a las 19,00 horas en Vara de Rey, que fue secundada por unas 100 personas. A la movilización también se unió el colectivo Ibiza toma la plaza. Los manifestantes se congregaron en Vara de Rey y fueron andando hasta la sede del PP, donde cortaron durante media hora la avenida Bartomeu Rosselló para desesperación de la Policía, que les pidió que se marcharan porque estaban provocando un gran atasco. Entre los cánticos que corearon se pudo oír «Mariano, cretino, trabaja de interino», «El próximo parado, que sea un diputado» o «Con esta crisis vamos de culo».