El Grup d’Estudis de la Naturalesa (GEN-GOB Eivissa) exigió ayer un ejercicio de «responsabilidad» a los políticos ibicencos para que «unan esfuerzos para parar el alud de aberraciones normativas que está tramitando el Govern». En este sentido consideran de vital importancia parar la implantación de «discotecas camufladas» que, según expresaron ayer mediante un comunicado, se extienden hasta los espacios protegidos y en la zona de protección costera. «El silencio de las administraciones responsables, cuando no su intervención decidida a favor de estas aberraciones, demuestra la total ausencia de autoridades que hay en Eivissa, donde directamente mandan los empresarios sin escrúpulos», se puede leer en el comunicado.

El GEN recordó ayer que el establecimiento DC-10 «está justo en el límite del parque natural de ses Salines con lo cual está afectado por las limitaciones que impone la Ley del Parque Natural y sus planes reguladores». En este sentido recalcaron que dentro de la zona de influencia no se pueden llevar a cabo industrias u obras que supongan una amenaza para los bienes protegidos por la figura de Parque Natural. «Es obvio que una macrodiscoteca destinada al ocio nocturno para casi 2.000 personas constituye una de las acciones descartadas por la normativa por el volumen del tránsito de vehículos y ruido. Recordaron, además, que hace cerca de 20 años se obligó a cancelar la fiesta rociera, que se hacía a unos metros del DC-10, por los prejuicios que ocasionaba a la avifauna de ses Salines. Además, el GEN pide a las instituciones que se abstengan de «caer en la trampa» de la «masiva legalización de establecimientos construidos al margen de la ley, infringiendo las normativas que todos han de exigir y vulnerando las obras de obligado cumplimiento».