Un negocio familiar para gente tranquila y feliz

No en vano sus camisetas, bolsas o delantales son el perfecto reflejo de su forma de ser y de su pareja. «Somos tranquilas, nos gusta vivir bien y disfrutamos de la vida», asegura con una gran sonrisa la impulsora de esta iniciativa que comenzó en el año 2010 como una alternativa a sus trabajos cotidianos en tiempos de crisis.

Denominador común

De momento sólo hacen camisetas, delantales y bolsas, pero todas tienen un denominador común: son blancas, y el dibujo es una serigrafía de un pagès o una pagesa con un estampado de la tela tradicional ibicenca.

«Nosotras diseñamos los bocetos de los dibujos y hemos diseñado hasta el logo de nuestra marca (un pequeño ratoncillo) porque, ante todo, esta pequeña marca es totalmente familiar», asegura Helena mientras su pareja sostiene a la pequeña Julia en brazos y el pequeño Gosi se enreda en sus piernas para jugar.

Y es que todo lo que se respira en la casa-fábrica de Helena es artesanal. De hecho, en la manufactura de los productos sólo les ayuda un amigo que se encarga de la serigrafía. Algo que no ha impedido que poco a poco se estén haciendo un hueco en el mercado en la Isla ya que, como asegura Helena, «a la gente le está gustando mucho como demuestra que a muchos sitios donde vamos y las vendemos cada vez nos piden más productos nuevos con estos diseños».

Por eso, el próximo objetivo de Eivissa Rural Clothing es «hacer ropa de bebé, baberos, y accesorios de cocina que complementen a los delantales». Eso vendrá con el tiempo, y mientras tanto Helena seguirá, como hasta ahora, haciendo sus productos en su casa porque ante todo, el negocio es totalmente familiar.