El color rojo de los edificios del antiguo gimnasio militar y del edificio de la Compañía, que formarán parte del Parador Nacional. | Daniel Espinosa

El equipo de gobierno del Consell «no tiene nada claro» que el color rojo que lucen ahora algunos de los edificios del Parador de Dalt Vila sea el adecuado para el conjunto histórico.
Según informaron ayer desde la máxima institución, se ha decidido que este color sea revisado por la Ponencia Técnica de Patrimonio y que después sea elevado también a la Comisión Insular de Urbanismo y Patrimonio (Ciotupha) para decidir si las nuevas tonalidades que encumbran Dalt Vila se mantienen o se tienen que cambiar.
Asimismo, desde el Consell destacan que la comisión del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) «tendrá algo que decir al respecto», con lo cuál también se le consultará. Sin embargo, ayer el Ayuntamiento de Eivissa aseguró que la decisión en este tema es de la máxima institución insular.
Lo cierto es que el Consell «no tiene la certeza» de si este color fue aprobado cuando se dio el visto bueno al proyecto del Parador, debido a que se presentó por fases. Por ello, creen que esta cuestión quedó sobre la mesa.
Entonces, lo que busca ahora el actual equipo de gobierno es aclarar si este tono es el correcto o no, aunque indican que, en todo caso, lo que diga la ponencia técnica de patrimonio es lo que «acatará» la comisión política.
Las estructuras que están pintadas ahora de rojo corresponden al antiguo gimnasio militar y [donde se situará el spa] y al edificio de Compañías. Son precisamente los dos bloques que, junto al edificio Simon Poulet, han aumentado entre uno y dos metros su altura, modificando el skyline de Dalt Vila.
Por último, desde el Consell d'Eivissa aseguraron que el color no es rojo sino almànguena, un término autóctono que define el tono tradicional que reviste muros algunas casas payesas y estructuras típicas de la isla.