Punto de encuentro para la artesanía ibicenca

Será gracias a la decimosexta edición de la Fira de Artesanía Sa Tardor que abrió sus puertas ayer por la mañana y en la que participan un total de 25 artesanos de diversas ramas como el cuero, la cerámica, el vidrio, la joyería o la madera.

De todos ellos uno de los que más expectación desató fue en el que María Torres, de la Colla de Sa Bodega, explicaba en vivo como se hacen las tradicionales espardenyes ibicencas.

No en vano, María enseña todos los pasos que hay que seguir para hacerlas de igual manera que lo hacían sus antepasados. Algo que no es tarea fácil porque, según asegura esta mujer que lleva haciendo espardenyes casi veinte años, «hacer tan sólo un par puede llevar unas 50 o 60 horas si se hace cada paso manualmente».

Pocas novedades

Sin embargo en la edición de este año hay pocas novedades y los puestos son muchos de los que ya se han visto en ediciones anteriores.

De eso hablaba Tomás, un asiduo, que aseguraba que «este año me ha decepcionado un poco porque los puestos son prácticamente los mismos que todos los años y tampoco es que haya muchos».

En este sentido Marta, mientras esperaba para comprar unos jabones naturales, también se refería a lo mismo: «Vengo siempre que lo abren y aunque me gusta creo que es necesario que se renueve un poco porque los puestos no dejan de ser los mismos y al final es difícil encontrar algo novedoso».

Otro de los que más llama la atención esta edición es en el que la menorquina Eva vende unos zapatos muy especiales. Según su creadora son «novedosos, anatómicos y lo que más llama la atención es como están decorados ya que para ello uso pinturas, serigrafías y collages de revistas ibicencas que he ido recortando en los últimos tiempos».