Ver salir a Sant Miquel de la iglesia parroquial de la localidad ayer durante su día grande fue una prueba sólo apta para personas muy pacientes. Y es que cuando Carlos, Juanito y Marc, abrieron la procesión bajo el repicar de las campanas, la misa oficiada por el obispo de Eivissa y Formentera, Vicente Juan Segura, se había prolongado durante algo más de una hora y media ante el estupor de los vecinos que esperaban en los alrededores de la iglesia.
Sin embargo, tanta espera no importaba a la mayoría ya que el santo ya había respondido a las plegarias de muchos de su feligreses permitiendo que el sol se abriera paso entre las nubes que amenazaban lluvia a primera hora de la mañana.
Además, esta no fue la única petición que recibió Sant Miquel durante la jornada ya que el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí 'Carraca', aseguraba que este año había pedido personalmente que ayudara «a todos a salir de la crisis económica en la que estamos metidos y que está provocando que se destruyan tantos puestos de trabajo en todos los municipios de la Isla».
Mañana de cohetes
Tal vez por eso la salida de la procesión, en la que participaron entre otros, además del propio 'Carraca', el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Serra, la alcaldesa de Sant Antoni, Pepita Gutiérrez, y el presidente del Partido Popular de Eivissa, Miquel Jerez, fuera recibida con mucha alegría por los vecinos y por el primero de los diez cohetes que volaron al cielo durante toda la jornada.
Después, y ya sin la presencia de estos altos cargos del Partido Popular ibicenco que abandonaron el pueblo discretamente, unas trescientas personas disfrutaron con las demostraciones de ball pagès de la Colla de Balansat.
Fue el momento en el que empezaron a aparecer los productos típicos de todas las fiestas patronales de los pueblos de la Isla. En esta ocasión la comisión de fiestas de Sant Miquel repartió un total de 200 orelletes y 10 kilos de bunyols para todos los presentes además del consabido vi pagès. Unas viandas que vinieron fenomenal a todos los vecinos tras una jornada en la que la salida del santo se hizo de rogar.
Rock y productos artesanales para cerrar el día
Por la tarde las actividades continuaron con un mercadillo artesanal que se celebró en la plaza de la localidad de Sant Miquel a partir de las 18,30. En él todos los vecinos que se acercaron hasta él pudieron encontrar objetos de decoración, gastronomía y bisutería elaborados en distintos puntos de Eivissa de forma totalmente tradicional.
Luego la actuación del grupo ibicenco Rels, junto a X Project Band, puso fin al día grande con sus temas que unen rock, jazz y heavy con influencias de música clásica y sudamericana. Este grupo consiguió el segundo puesto del concurso Festerra y el premio a la mejor canción inédita en catalán con su single El món es crema.
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