Fueron muchos los jóvenes que se acercaron hasta el lugar a hacer sus escudos de madera

El Passeig de ses Fonts de Sant Antoni se convirtió ayer en un pequeño taller de armamento de unas armas cartaginesas y romanas muy particulares ya que estaban construidas con madera y material reciclado.

La actividad que fue organizada un año más por la Associació Sociocultural de Cartaginesos i Romans de les Pitiüses volvió a ser todo un éxito y fueron muchos los niños que se acercaron hasta el lugar para marcharse con su espada y su escudo pintados de la forma que cada uno quería.

Según Agustín Marí, presidente de esta asociación, «con ello conseguimos que, a través de los juegos y con algo tan llamativo como son las armas y los uniformes, los niños de la Isla conozcan algo más sobre su historia y de por qué Eivissa se llamaba Yboshim siglos antes de Jesucristo».

Algo que por supuesto ya saben los más de 150 miembros de esta asociación que, según Marí, «lucha porque no se olvide el legado que dejaron en la Isla cartagineses y romanos y que fue sumamente importante».

Un legado histórico que también pasa por el tir amb bassetja, un arma de caza y de guerra en la que los habitantes de Eivissa eran unos especialistas en la antigüedad.

Una sensación que también pudieron revivir los jóvenes que se acercaron hasta el paseo de Sant Antoni gracias a Pepe, un experto en la materia que lleva más de 20 años usando estas hondas, y que ayudó a los jóvenes a lanzar pelotas de tenis en lugar de piedras.

Todas estas iniciativas forman parte de la previa de lo que se vivirá el próximo 2 y 3 de septiembre: la gran batalla de tomates entre cartagineses y romanos en la platja de s'Arenal.