Sr. Presidente, señoras y señores diputados, autoridades:

Quiero empezar este discurso dando las gracias a todas las personas que el pasado 22 de mayo fueron a votar, porque ese es el cauce que la democracia nos da para decidir el futuro de nuestra sociedad, y en consecuencia cuantas más personas lo ejerzan más legitimados estaremos quienes ocupamos esta Cámara. Y quiero remarcar mi compromiso de gobernar también teniendo en cuenta a todos aquellos que no votaron al Partido Popular o que, aun teniendo el derecho, decidieron no votar, y también agradecer a todas las personas que depositaron su confianza en el Partido Popular. Tampoco quiero posponer mi agradecimiento a todos mis compañeros del Grupo Popular por haberme propuesto como candidato para esta investidura.

A nadie se le escapa que vivimos una situación compleja, un momento crucial que requiere de quienes nos dedicamos a la política una nueva forma de entenderla y por tanto de hacerla. Son tiempos de cambio, es imposible seguir el mismo camino que todos llevábamos hasta ahora. Porque incluso la forma de gobernar bien ha cambiado. Lo que era bueno antes ya no lo es ahora. De ahí que sea fundamental que todos los que nos dedicamos a la política, ya sea de ámbito nacional, autonómico o local, seamos conscientes de que ese cambio lo tenemos que impulsar nosotros, y lo tenemos que hacer desde el sentido común y desde la siempre obligada referencia de nuestra sociedad. Porque sin duda alguna, una de las asignaturas pendientes que todos los que estamos sentados en esta cámara tenemos y no podemos rehuir es la de ganarnos la confianza de las personas. De esta crisis económica, laboral y social tiene que salir una nueva clase política, otra forma de dedicarse a este oficio tan digno y honorable que es el de velar por los intereses de todos y el de trabajar para que, sencillamente, las cosas funcionen mejor para todos.

He hablado en muchas ocasiones -y más adelante lo volveré a hacer- de la importancia de la educación o de las medidas necesarias para crear empleo y mejorar la situación económica de la Comunidad. Pero si me lo permiten, quiero antes de entrar a explicar someramente los ejes de nuestra futura acción de gobierno de algo que también me preocupa mucho dejar claro hoy aquí. Porque si importante es el qué, no hay duda al respecto, también lo es el cómo.

Siendo consciente de lo decisivo de este momento y de esta Legislatura en particular para el futuro de esta tierra, no puedo plantear nuestro trabajo desde otra posición que no sea la del consenso. Voy a hacer todo lo posible para que estos cuatro años sean de verdad trascendentes para los siguientes cuarenta años, poniendo las bases en cuestiones como la educación, la economía, el territorio o el turismo. Es lo que los ciudadanos esperan y no podemos defraudarles, hay cuestiones que son de Estado y si así lo entendemos todos no nos costará llegar a acuerdos que nos permitan mirar al futuro a largo plazo con optimismo y confianza. Porque de lo que no me cabe ninguna duda es de que todos, cada uno con nuestras ideas, queremos lo mejor para las Illes Balears, y todos respetamos lo expresado por las urnas el pasado 22 de mayo.

Y hablando de esos principios y valores que pretendo que sean patentes en el Partido Popular, no puedo pasar por alto todo aquello que se refiere a la política municipal, al municipalismo. He sido alcalde de mi pueblo, Marratxí, durante seis años, y no veo otra forma de hacer política: cercanía, disponibilidad, vocación de servicio, sacrificio, honradez... Esos son los valores que voy a exigir a todos quienes me acompañan en este proyecto, porque si estamos aquí para servir no puede ser de otra forma, y nos podremos equivocar en la toma de algunas decisiones, es inevitable porque errar es de humanos, pero en lo que no admitiré fallo alguno es en ejercer la política con esos valores a los que me he referido. Si queremos que la sociedad confíe en nosotros tenemos que ganárnoslo día a día, con nuestros actos y con nuestros mensajes. Y esto implica, por ejemplo, ser implacable con aquel que se atreva a meter la mano en la caja.

Este discurso tiene como objeto exponer el programa de gobierno de este candidato y de su partido, y si me lo permiten tengo que decirles que espero no ser aburrido, pero desde luego sí voy a ser predecible. No va a haber sorpresas, ni golpes de efecto, vengo a decir lo mismo que he dicho durante toda la campaña electoral y que está reflejado en el programa del Partido Popular. Quizás, apurando un poco el análisis, la sorpresa pueda ser que efectivamente hagamos lo que hemos dicho que vamos a hacer, y si esa es la sorpresa, pues bienvenida sea.

Las pasadas elecciones fueron especialmente importantes por el momento de crisis que vive nuestra sociedad. Hay decenas de miles de personas que no tienen trabajo en Baleares, y si bien esperamos que las cifras disminuyan en estos meses por la temporada turística, lo cierto es que debemos acometer reformas estructurales. No podemos ser superficiales en el análisis de la situación. Esos puestos de trabajo que faltan no los puede crear la Administración, ni debe, todos estamos de acuerdo en que los crearán los empresarios, los grandes, los pequeños y los medianos, y también los emprendedores, aquellos que tienen proyectos y el coraje de llevarlos adelante, y les recuerdo que Baleares es sin duda alguna una tierra de emprendedores. Por eso es imprescindible y urgente crear un escenario de seguridad jurídica, que deje las normas claras y ofrezca confianza a los ciudadanos, para que sepan que lo que es bueno hoy también lo será mañana, independientemente de quien gobierne. Quiero menos leyes y más sencillas en su aplicación, y que otorguen facilidades a quienes de verdad nos tienen que sacar de esta crisis. A los gobiernos les corresponde crear las condiciones institucionales y estructurales adecuadas para que la iniciativa privada se desarrolle.

El criterio en materia económica tiene que ser el de la productividad. O retornamos a la senda de la productividad o estaremos dándole vueltas a lo mismo, quizás en sentido contrario pero a lo mismo en definitiva. La iniciativa privada es la que debe tirar del carro, y tiene que encontrar en la Administración una gran facilitadora. Hay que ayudar a los empresarios y a los emprendedores, y el Partido Popular lo va a hacer. Vamos a tramitar en este Parlament una Ley de Ayuda a los Microempresarios, similar a la aprobada en el País Vasco y con la que esperan crear 15.000 puestos de trabajo en los próximos años. Con esta Ley se fomentará el emprendimiento, la definición del concepto microempresa, se simplificarán los trámites administrativos, se evitará la competencia desleal, en especial desde las propias administraciones, y mejoraremos la financiación. Se trata de un ejemplo de lo que es nuestro proyecto, que pretende trabajar en todo caso y en todo momento con los sectores profesionales, ya que no puede ser de otra forma. Por eso la promoción empresarial será una de nuestras grandes apuestas.

No hay que olvidar que las PYMES son las grandes generadoras de empleo -cerca del 85 por ciento de cualquier región- y por tanto también de crecimiento económico. En nuestro caso concreto, según el CRE el 99 por ciento del tejido empresarial son PYMES (ya que se trata de empresas de menos de 250 trabajadores).

De igual manera, nuestro sistema de I+D+i tiene un problema de eficiencia que hay que abordar. Comenzando por la existencia de múltiples organismos, que deberían unificarse, actuando de forma transversal.

Una mejor conexión entre la actividad de los centros de investigación o la propia UIB y las necesidades sociales y empresariales tiene que constituir otra línea de la actuación principal. Pero no basta con una acción puntual, por eso quiero un Govern que sea próximo a los valores de "empresa" y del "espíritu emprendedor".

Los autónomos, las microempresas y las PYMES representan la esencia más genuina de la actividad emprendedora. La flexibilidad, diversificación y dinamismo de esta categoría empresarial, junto con su contacto directo con la demanda, y su potencial vertebrador las convierte en piezas clave para la recuperación.

Todos sabemos la importancia que tiene en nuestra economía el turismo. Todo, de una manera o de otra, gira en torno a esta actividad. Y por eso debe ser tratada de forma diferencial. Como primer mensaje, quiero comprometerme a que nuestra política en materia turística la haremos de la mano del sector. Hay que abordar una profunda reestructuración de nuestra oferta, hay proyectos muy importantes que deben arrancar ya de una vez por todas y dar beneficios a nuestra sociedad, y nosotros lo vamos a hacer con el sector, buscando el consenso y escuchando a los que más saben.

El modelo del que hemos vivido durante tantos años no surgió de los despachos de unos políticos, salió de la visión y del atrevimiento de unas personas que desarrollaron sus ideas, y desde luego se encontraron con un marco legal que se lo permitió. Ahora esa iniciativa privada debe ser una vez más el motor del nuevo modelo que se necesita, porque la competencia se mueve y porque el turismo de hoy en día tiene poco o nada que ver con el de hace unos años, y sin embargo nuestra oferta sigue siendo demasiado parecida a lo que era hace bastantes años. Considero imprescindible que sepamos implicarnos todos en la creación de este nuevo modelo, y que la cooperación público-privado sea un hecho en el día a día. Hablo de una transversalidad que nos concierne a todos, desde la educación a la agricultura, pasando por la seguridad o por la limpieza de nuestros municipios. Para que las cosas funcionen en materia turística nos tenemos que implicar todos, y ser conscientes de que todos y cada uno de los turistas que eligen Baleares para pasar sus vacaciones es un cliente de todos.

Tal y como dice nuestro programa electoral, revisaremos la legislación, desarrollando y actualizando la Ley General Turística y los Planes Directores Sectoriales de la Oferta Turística (POOT), para adaptarlos a las nuevas necesidades. Especialmente importante es la supresión definitiva de las trabas para la mejora de los establecimientos derivadas de legislaciones anteriores, complejas, dispersas y obsoletas, por lo que elaboraremos un reglamento de condiciones y clasificación de establecimientos turísticos.

Es público y notorio que en el conjunto de les Illes Balears hay algunas zonas que, por su antigüedad y saturación, requieren un tratamiento intensivo de actualización de la oferta, por lo que apoyamos ese tipo de tratamiento en la Playa de Palma y propondremos otros similares en áreas de Calvià, Manacor, Santanyí, Sant Antoni de Portmany y Platja d´en Bossa, entre otras. No podemos seguir aplazando esta renovación estructural, que hace que los planes de desestacionalización sigan siendo necesarios pero, si me lo permiten, pasen a un segundo plano.

Porque lo urgente ahora es definir nuestro producto, y la consecuencia de hacerlo bien será poder efectuar una mejor promoción y en consecuencia obtendremos temporadas más largas, apoyándonos en actividades turísticas deportivas, de congresos, culturales y patrimoniales, el turismo senior, el turismo rural y el comercial, entre otros. Hay que definir el producto a promocionar, donde tanto o más importante es esa definición como los recursos destinados a llevarla a cabo. Y en esa definición tiene un papel clave el propio sector turístico.

Paralelamente, tenemos la obligación de cómo consecuencia de la importancia en nuestra economía invertir todos los esfuerzos necesarios para mejorar su productividad. Esto puede conseguirse a través de unos profesionales formados con un nivel de exigencia tal que su preparación les distinga y devenga un valor añadido dentro del sector. Por otro lado, y para que sea así, los centros de formación en materia turística deben potenciar la investigación y la calidad de sus estudios. Esto debe convertirles en centro de referencia para el resto de España y, en su caso, en polo de atracción para los jóvenes que deseen dedicarse a cualquiera de las disciplinas relacionadas con el turismo. Pero, en cualquier caso, a lo largo de la enseñanza obligatoria es necesario potenciar aquellas materias que mejorarán nuestra competitividad, como es el caso del estudio de las lenguas extranjeras y, de manera transversal, hacer presente a lo largo de todo el currículum académico la importancia del turismo para les Illes Balears con la elaboración de planes de formación específicos.

Está claro que lo urgente es poner solución a la crisis económica, con soluciones que permitan mejoras a corto plazo. Por ello he hablado de economía y de turismo para empezar, aunque es público mi compromiso de que esta sea sobre todo la legislatura de la educación, la legislatura de las "autopistas de la educación". Es una apuesta que no va a dar réditos a corto plazo, pero sin embargo es la que si lo hacemos bien nos va a garantizar el futuro. En Baleares actualmente el fracaso escolar empieza pronto, a los 12 años el 25 por ciento del alumnado no está en el curso que le corresponde; solamente el 59,5 de los alumnos obtienen la titulación en la edad que le corresponde y, de hecho, a los 17 años casi el 40 por ciento no está escolarizado en ningún estudio; y entre los jóvenes de 20 a 24 años menos del 50 por ciento tiene estudios secundarios de segunda etapa, siendo Baleares la comunidad con la tasa más baja de alumnos que accede a la Universidad.

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Y así no hay futuro. Así pasa que cuando viene una crisis como la actual nuestros jóvenes no tienen argumentos para mantenerse en el mercado laboral, ni en el de Baleares ni en el de ningún sitio, y tenemos una tasa de empleo juvenil altísima.

La voluntad del Partido Popular es la de apostar por un modelo educativo basado en la libertad y en la calidad. De hecho, fuimos el primer partido político que se adhirió al compromiso de la Plataforma por la Educación del Círculo de Economía, asumiendo unos retos de cara a al futuro que deben ser una obsesión de este gobierno y de cuantos le sucedan.

Para el Partido Popular, la lengua tiene como función primordial la comunicación y la mejora de la participación social y la convivencia entre ciudadanos. La realidad de nuestra Comunidad, basada eminentemente en el turismo, la necesidad de preservar nuestra cultura propia y la de pertenencia al Estado español determinan la necesidad de un modelo abierto a la mayoría de oportunidades para nuestros estudiantes y profesionales. Al mismo tiempo, queremos un modelo funcional que aproveche las capacidades propias de la lengua materna del alumno en su etapa de adquisición del lenguaje y posibilite el intercambio de conocimientos al final de su etapa educativa. Estamos sensibilizados y abordaremos con respeto el modelo lingüístico, convencidos de lograrlo, y para ello vamos a apostar decididamente por la implantación progresiva de un modelo de centros plurilingües.


Tal y como recoge nuestro programa, vamos a proponer la libre elección de centro y también implantaremos un modelo lingüístico que permita a los padres elegir, entre las lenguas oficiales de nuestra Comunidad Autónoma, la primera de las lenguasvehiculares para la educación desus hijos, de manera que, al final de la etapa obligatoria, nuestros alumnos sean capaces de dominar nuestras lenguas oficiales, así comoun idioma extranjero de acuerdo con el marco común europeo de referencia, que debe ser el inglés. También anuncié en campaña que aumentaríamos las horas lectivas en la enseñanza primaria, concretamente una hora más al día en las asignaturas instrumentales, para afianzar el paso de primaria a secundaria. Sé que no es una cuestión que de per se vaya a solucionar los problemas que tenemos, pero también estoy seguro de que si no fomentamos la cultura del trabajo y del esfuerzo no mejoraremos.
Ha habido épocas en las que era muy importante mejorar las infraestructuras educativas, y soy consciente de que todavía nos queda trabajo por hacer en este sentido, pero también quiero decir que sin duda alguna la prioridad está puesta hoy en lo que pasa dentro de las aulas. Vamos a reforzar socialmente y a potenciar la figura del profesor, y a ofrecerle verdaderas herramientas de formación continuada, porque si convenimos todos en la importancia de su trabajo y la repercusión para el futuro de nuestros hijos y por tanto de nuestra Comunidad, sería absurdo no potenciar la calidad en su formación, para que a su vez repercuta en la de sus alumnos.
Asimismo, en la situación coyuntural económico-laboral en que nos encontramos, y para salir de la misma, haremos de la educación un verdadero motor de cambio económico y social. La formación profesional es un elemento fundamental para mejorar los índices de productividad y creación de empleo. Por ello, apostaremos por un modelo de formación dual que combine de forma simultánea la formación en el instituto con el trabajo en empresa con un nuevo contrato juvenil de formación, posibilitaremos la flexibilidad horaria en los centros de Formación Profesional para dar respuesta a las necesidades de los alumnos, y un modelo flexible con la adopción de vías y pasarelas entre los distintos niveles formativos. También estableceremos deducciones fiscales para los trabajadores que se reincorporen al sistema de Formación Profesional al objeto de mejorar sus competencias y productividad y ampliaremos la oferta pública de las titulaciones de grado medio y superior como instrumento motor del desarrollo socioeconómico y cultural de les Illes Balears hasta converger con los índices propuestos por la Unión Europea.

Y en cuanto a la Universidad, necesitamos disponer de una más competitiva e internacional, que prime la excelencia, propicie la formación, investigación, innovación y la retención de talento e intensifique la colaboración entre el conocimiento y el mundo productivo. Para ello hemos propuesto ofrecer una oferta académica de calidad adaptada al Espacio Europeo de Educación Superior, ampliar la oferta de dobles titulaciones, con ampliación del número de materias específicas establecidas en el plan de estudios de grado en inglés y mejorar el sistema de financiación potenciando los contratos-programa, con una mayor aportación de fondos privados y promoviendo la transferencia de conocimiento al sector empresarial.

Antes de seguir avanzando en mi exposición y de hablarles de otras materias, quiero reiterar mi compromiso en esta materia. Nada será mejor dentro de unos años si entre todos nos conseguimos mejorar la educación. No veo un futuro mejor sin una mejor educación. Por eso, es uno de los grandes objetivos que tenemos para esta legislatura, y tiene que verse reflejado en una bajada importante de las tasas de fracaso y abandono escolar, y en la de alumnos que repiten curso o acceden a la universidad. Porque apostar por educación es apostar por productividad en el futuro. Sin educación no hay futuro, no hay mejor inversión que aquella que hagamos en educación. Por eso reitero mi ofrecimiento a alcanzar un acuerdo de Estado en Educación para marcar la hoja de ruta no de esta Legislatura, sino de las próximas décadas.

El eje de la acción política del Partido Popular es y serán siempre las personas. Y esto se pone de manifiesto en servicios como los que se refieren a la salud y a los servicios sociales, por cierto por mucho que se dude servicios que el Partido Popular no solo garantiza sino que mejora. Sobre todo en momentos de crisis, en los que las políticas sociales entendidas como aquellas directrices, orientaciones y criterios destinados a la preservación del bienestar social, de forma equitativa, entre aquellos grupos de población que más lo necesitan, adquieren el verdadero sentido de su existencia, desarrollo y aplicación.

Nuestra propuesta está basada en una medicina humana y de calidad, por lo que los ejes centrales de la política sanitaria del Partido Popular versarán sobre Atención Primaria, Atención Hospitalaria y Atención Sociosanitaria. Estos son tres ámbitos que deben ir unidos como un conjunto para atender a la persona, al usuario, el paciente, que necesita a los mejores profesionales de la sanidad.

Para hacer que la Atención Primaria -eje de nuestro sistema de salud- funcione, adecuaremos y mejoraremos la resolución y cartera de servicios, con acercamiento del especialista al Centro de Salud. También adecuaremos los recursos existentes con el objetivo de alcanzar el número óptimo de tarjetas sanitarias por médico de familia, pediatra y enfermería.

Para reducir las listas de espera, aplicaremos criterios de transparencia y agilizaremos las pruebas complementarias, y no dudaremos en aprovechar la infraestructura privada para mejorar la atención al ciudadano, porque es imprescindible la colaboración entre la sanidad privada y la sanidad pública, imprescindible para lograr la excelencia en la calidad sanitaria.

Voy a seguir este discurso hablando ahora de nuestra apuesta por el sector primario. Se ha dicho muchas veces que se trata de un sector estratégico, pero la verdad es que el propio sector no se ha sentido tratado como si tuviera ese valor. Lo dije en campaña y lo reitero aquí: el sector primario es fundamental para el proyecto del Partido Popular y para las Illes Balears.

Desde hace tiempo se dice del sector primario es fundamental para que nuestra principal industria, el turismo, tenga en el paisaje isleño una fuente de imágenes que lleven a nuestros visitantes a percibir la diversidad de los entornos de las Illes Balears, reflejados en sus cosechas, en un paisaje modificado por el hombre en casi todo el territorio. Pero es verdad que esta idea no se ve trasladada a las políticas autonómicas que se han desarrollado en nuestra Comunidad en los últimos años. De hecho, la realidad nos muestra que cada vez fora vila tiene una población más envejecida, con tendencia a desprofesionalizarse, con escasas excepciones y, sobre todo, a convertirse en una agricultura residual.

La globalización de los mercados, la falta de conciencia de la importancia de nuestros productos, de su calidad, de su posición en los mercados, de su promoción y de la implicación en su consumo desde otros sectores económicos hacen que cada vez sea más necesaria una fuerte implicación de la Administración para ayudar a los payeses y a las industrias agroalimentarias a desarrollar su actividad con cierta seguridad.

Por ello, desde el Partido Popular hemos establecido una serie de propuestas para que el sector primario de les Illes Balears tenga un horizonte claro, en el que las políticas agrarias vengan dotadas de los recursos necesarios para que realmente sea uno de los sectores estratégicos de nuestra Comunidad y para que los hombres y mujeres que quieren hacer de fora vila su forma de vida tengan una seguridad y una estabilidad de futuro.

Por ejemplo, crearemos un programa de ayudas y subvenciones destinadas a la producción agrícola y ganadera, gestionadas más eficazmente a través del Fons de Garantia Agrària i Pesquera de les Illes Balears (FOGAIBA) para impulsar el sector primario, con el compromiso de pago de las ayudas lo más rápido posible y dentro del año natural. También propondremos los cambios normativos necesarios para impulsar los usos y actividades propios del sector primario, que a día de hoy se ven totalmente condicionados por normas restrictivas que propician el abandono de inversiones y la pérdida de valor patrimonial de las fincas rústicas, y tomaremos medidas que dignifiquen la vida del pagès, que contemplen de una forma global la realidad del sector primario y establezcan las propuestas de viabilidad y futuro a medio y largo plazo.

Pero lo esencial, el primer reto en este sector, es que los payeses de Balears, los pescadores, los ganaderos... se sientan acompañados, sientan que efectivamente forman parte de un sector estratégico y que hay un Govern que así lo entiende y que actúa en consecuencia. Por eso anuncié que habrá una Conselleria d'Agricultura, Medi Ambient i Territori, para trabajar mano a mano con los profesionales de estos campos.

En cuanto al Territorio, hay dos cuestiones que son fundamentales e inaplazables. La primera de ellas es dar seguridad jurídica, y con ello digo exactamente eso, no que se dé rienda suelta a la construcción, porque soy bien consciente de que eso es parte del pasado y que es un modelo que no queremos para el futuro. Pero sí que es necesario dar estabilidad y seguridad en esta materia, por ejemplo aprobando una Ley del Suelo, la que tiene que ser una nueva Ley reguladora de la actividad urbanística de las Illes Balears. Somos la única comunidad de España que no tiene Ley del Suelo, no tenemos una legislación propia en materia de clasificación, uso y gestión del suelo. Y vuelvo a hacer uso de mi voluntad de llegar a acuerdos de Estado con todas las fuerzas políticas, ya que es de vital importancia que también en esto nos pongamos de acuerdo para el futuro.

Asimismo, el compromiso con el Medio Ambiente y la conservación de nuestro patrimonio natural es uno de los ejes principales de nuestro programa de gobierno. Creo que una política medioambiental eficiente pasa primeramente por establecer una comunicación fluida con todos los agentes implicados en la misma de modo que las acciones a llevar a cabo cuenten con el consenso de todos, ya que de este modo podrá garantizarse en mayor grado la estabilidad de los proyectos que se pongan en marcha. Es necesario establecer un marco legal unificado, claro y sencillo, que permita una tramitación ágil, impida la arbitrariedad en la toma de decisiones y convierta al ciudadano en un agente comprometido con la protección medioambiental.


Y como último bloque de este discurso quiero hablarles de la reforma que necesita la Administración, y quiero empezar haciendo una referencia a los funcionarios, tantas veces criticados, en mi opinión injustamente. Porque si en nuestro sistema administrativo hay duplicidades, no es culpa de ningún funcionario, sino más bien de algunos políticos. Creo que estamos todos ante un reto apasionante, hay que cambiar muchas cosas para que todo vaya mejor, y ciertamente tenemos que reinventar una Administración más ágil y menos onerosa para nuestros ciudadanos, una Administración moderna, eficaz y eficiente, en la que lo que se pueda hacer por un euro no se haga por cinco, en la que lo que pueda hacer un trabajador no lo hagan tres. Mi compromiso es quitar todo lo que sobra, y hacer una política desde la austeridad. Por cierto, la misma austeridad que están aplicándose miles de familias, que no llegan a final de mes. Se acabaron los dispendios, se acabaron los lujos, quiero un Govern que esté en la calle y que sienta día a día que está para servir. Quiero menos altos cargos, menos coches oficiales, menos gastos de representación, menos dietas... y más trabajo. El que se suba a este barco sabe que esas son las condiciones, y que tendrá que firmar un compromiso de transparencia que no deja lugar a las dudas. Así que si alguno piensa que la Administración es un buen lugar para servirse, se encontrará con un presidente inflexible, que desde ya le dice que este no es su sitio.

Para acabar, quiero una vez más poner el énfasis en que no solamente es importante el hecho de transmitir hoy aquí cuál o cuáles van a ser los ejes de la acción del gobierno del Partido Popular, sino también es importante el cómo, cuál va a ser la cultura de este nuevo Govern. Insisto en que desde el primer momento voy a buscar consenso y trabajar en pactos de estado en materia de Turismo, Educación, Seguridad Jurídica y Territorio. Vamos a construir todos juntos las bases del desarrollo de nuestra sociedad, un desarrollo que debe tener en cuenta a las personas y al territorio, que se haga de acuerdo con nuestros valores y respetando en todo momento lo que somos y nuestra cultura. Así que antes de acabar quiero felicitarles a todos por la confianza que han obtenido de la sociedad en su condición de diputados y expresarles mi confianza en que todos vamos a trabajar para que las Illes Balears se viva dentro de cuatro años mucho mejor que ahora, para que superemos esta crisis y pongamos las bases del desarrollo económico, laboral y social. Mi compromiso es hacer una gestión pública responsable, la reducción del gasto de las administraciones, la cancelación de cualquier gasto superfluo, la reducción de personal mediante amortización de puestos... todo ello encaminado a bajar impuestos y dinamizar la economía.A gobernar en libertad; las personas han de ser el eje de la acción política. Ningún interés ideológico o partidista puede estar por encima de la libertad y dignidad de las personas. Por ello nuestra acción de gobierno va a estar basada en la libertad y no en la imposición.Y ante la corrupción, tenemos que dignificar la política en la Islas, ciertas personas e incluso partidos han abusado de la confianza de los ciudadanos en beneficio propio. No admitiré ni un solo caso más, porque no podemos dar ni un paso más atrás en el camino por ganarnos la confianza de las personas.

Hay mucho trabajo por delante, y hay puesta en este Govern y en este Parlamento una gran esperanza de que las cosas cambien, y de que cambien a mejor. Señoras y señores diputados, me tienen a su disposición para trabajar todos juntos por el futuro de nuestra tierra, para hacer que Baleares vuelva a ser una Comunidad próspera que lidere los rankings nacionales de crecimiento económico y de bienestar.
Que Baleares vuelva a ser el referente que fue en materia económica y turística.