Fina Santiago y Luis Ruiz (derecha) firmaron el convenio en presencia de Fernando Bertazioli. | Marco Torres

Dentro de un año las Pitiüses deben disponer del primer 'mapa' completo de las fosas existentes en Eivissa y Formentera que aún acogen a víctimas de las matanzas y asesinatos cometidos durante la Guerra Civil y la postguerra. Así lo establece el convenio que firmaron ayer el Fòrum per la Memòria d'Eivissa i Formentera y la Fundació Balear de la Memòria Democràtica, dependiente del Govern.
Esta última entidad entregará 15.000 euros a la asociación pitiusa, que será la encargada de estudiar y documentar los enterramientos. La información de las tres primeras fosas, todas ellas en Formentera, deberá ser entregada en seis meses.
Se procederá a documentar al máximo los enterramientos, lo que incluye desde su ubicación (identificada con planos y fotografías), hasta el número y datos de las víctimas (filiación, si fueron represaliados o víctimas de combates, circunstancias de su desaparición), pasando por si la información obtenida procede de archivos oficiales, trabajos de investigación previos, referencias de libros o si se han conseguido por testimonios orales.

Exhumaciones
«Posteriormente, se prevé la realización de estudios arqueológicos para determinar la posibilidad de exhumación de los cuerpos, algo que a veces no es posible porque hay otras víctimas, pero nos permitirá dignificar estos lugares», apuntó la consellera d'Afers Socials del Govern y presidenta de la Fundació, Fina Santiago.
Sobre la posibilidad de poder recuperar los restos, el presidente del Fòrum, Luis Ruiz Val, apuntó que «si hay un grado muy elevado de certeza, la administración competente podrá pedir al juez la realización de catas» u otras pruebas, aunque reconoció que puede ser bastante complicada la exhumación.

Ejecuciones
A la firma del acuerdo asistió el presidente honorario del Fòrum, Fernando Bertazioli, quién apuntó la posibilidad de que, además de las fosas conocidas, pueda haber más víctimas en lugares no conocidos. Así, explicó cómo «cuando volví a la Isla, en los años 60, un mayoral de una finca de la familia en Sant Miquel me dijo que al inicio de la guerra los caminos estaban llenos de cadáveres». También recordó cómo «cuando trabajaba en una constructora, realizamos un edificio de la Plaza del Parque y encontramos dos esqueletos, uno junto a otro». «La Guardia Civil vino y dijo que eran fenicios», recordó con ironía.

Siete enterramientos conocidos y más posibles casos en Sant Llorenç
Existen siete posibles fosas identificadas, repartidas entre dos en el Cementeri Vell de Vila (que incluye a la de las víctimas de los sucesos del Castillo, asesinados por los fuerzas de izquierdas) y el resto en Formentera (una en el camposanto de Sant Ferran, dos en Sant Francesc y otras dos en caminos de Formentera).
«En Eivissa no se ha documentado ninguna fosa en mitad del campo. Sí que se sabe de alguna familia de Sant Llorenç que dice que tiene un familiar represaliado que no está en el cementerio y en la que todos los testimonios apuntan que fue fusilado allí», explicó Ruiz.
«Podría haber algún otro caso en lugares apartados de Vila, aunque por la información de que disponemos en Sant Josep y Sant Antoni se podrían descartar», concluyó.

Alrededor de 200 víctimas de la violencia
La Guerra Civil y la represión posterior dejó unas 200 víctimas mortales o desaparecidos relacionados con las Pitiüses. «En Eivissa esperamos registrar entre 100 y 120, en Mallorca murieron 14 detenidos en las Pitiüses, y ocho lo hicieron en los campos nazis; el resto estarían enterrados en Formentera», apuntó Ruiz. Además, con las investigaciones que se realicen «es posible que se sumen otras cuatro más».