El director general de Recursos Hídrics del Govern, Antoni Rodríguez Perea, explicó ayer que a finales de mes pondrán en marcha el tratamiento terciario de la depuradora de Vila, que permitirá dejar de verter al mar partículas que sobrepasan los límites permitidos por la legislación.
Estos equipamientos fueron construidos en 2003, durante el anterior gobierno del Pacte, pero no se pusieron en marcha por cuestiones que Rodríguez Perea no ha descubierto, porque indica que aunque hubo problemas eléctricos el retraso no debería haber sido de ocho años. «El problema es que el agua que llega a la depuradora está en muy mal estado y prácticamente se comía todos los equipos eléctricos; en 2007 se decidió sacar todo el equipamiento eléctrico a un edificio anexo, pero luego tampoco GESA podía dar la potencia necesaria para poner en marcha el terciario», explicó el director general, que aseguró que ahora todo esto está solventado y ya se han desmontado todas las válvulas y se han vuelto a montar, por lo que en breve el sistema de depuración terciaria entrará en funcionamiento en el 100% de la planta, cuando antes sólo lo tenía el 20%.
«Esto mejorará sustancialmente la calidad del agua que sale de la planta, aunque la depuradora seguirá teniendo los problemas que tiene y que aconsejan hacer una nueva», añadió Rodríguez, que indicó que hasta ahora se incumplía una directiva europea porque algunos parámetros del agua que se vertía al mar eran superiores a lo permitido. De todas formas, negó que esto haya influido en la limpieza del agua de Talamanca. «Todas las analíticas hechas en zonas costeras han dado que no hay problemas en Talamanca, porque aunque no se cumpla en la zona de vertido, el mar tiene un volumen mucho más grande», añadió el director general, que indicó que el incumplimiento que se ha dado en los dos últimos años no es tan grave. Sí que lo fue entre 2006 y 2009, aunque indicó que a él lo que de verdad le preocupa de esa zona es el daño que hacen las anclas a la pradera de posidonia. «De todas formas, hace poco leí en prensa que hay un proyecto para poner boyas ecológicas y esto me parece que mejoraría mucho el estado de la pradera de posidonia, porque ahora si miras una foto de google earth la zona está llena de agujeros de anclas», añadió Rodríguez, que aseguró que es «bastante optimista», porque entre la mejora de la depuradora y las boyas ecológicas «la zona mejorará mucho».
Mejorar las alcantarillas de Vila, una cuestión vital
Rodríguez Perea explicó que es vital que se arregle el alcantarillado de Vila, algo que tiene previsto hacer el Ministerio de Medio Ambiente paralelamente a la construcción de la nueva depuradora de sa Coma. «Hemos metido prisa al Ministerio, porque la planta puede tardar en construirse entre tres o cuatro años y si mientras tanto se pudiera arreglar el alcantarillado de Vila podríamos mejorar muchísimo el rendimiento de la planta actual porque las aguas llegarían en mucho mejor estado», indicó el director general, que señaló que lo importante es que el estudio que está desarrollando el Ministerio identifique los tramos que están peor, lo que podría implicar mejoras del 80%.
Las obras en la planta podrían empezar antes del verano
El Govern está a la espera de que el Ayuntamiento de Sant Josep les conceda una licencia municipal para empezar las obras de remodelación de la depuradora de Sant Josep. El problema es que se está pendiente de una declaración de interés general del Consell, que a su vez ha pedido un informe a la Conselleria balear de Medi Ambient. Rodríguez Perea calcula que todos estos trámites tardarán dos meses más, que es cuando se podrá sacar a concurso la obra, que costará 800.000 euros. «Antes del verano podrían empezar las obras», indicó.
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